Por definición, una ciudad eficiente toma decisiones basadas en la evidencia, tiene una visión muy clara de sus metas y simplifica procesos administrativos para hacer más simple la vida de la población. Desde 2022, existe una certificación que acredita minuciosamente que una gestión local cumple esos estándares y que es capaz de inspirar a otras administraciones.
La nueva validación de la Red de Innovación Local (RIL) destaca fortalezas y detecta oportunidades de mejora en seis áreas: 1. Profesionalización; 2. Capital Humano; 3. Atención Ciudadana; 4. Transformación Digital; 5. Gobierno Abierto y Acceso a la Información; y 6. Finanzas Municipales. Según sus porcentajes de avance, las ciudades obtienen insignias de plata, oro o platino.
Además, la certificación en gestión eficiente ofrece un punto de referencia estratégico en las prácticas de gestión fundamentales y una hoja de ruta personalizada para impulsar decisiones. La mira siempre está puesta en que las acciones de gobierno tengan un impacto positivo en la ciudadanía.
Una ciudad eficiente y transformadora
El municipio de Jesús María, el principal polo agrícola del norte cordobés, recibió en “La Noche de Intendentes” (14 de septiembre de 2022, Buenos Aires, Argentina) una certificación de plata por los resultados obtenidos en los seis autodiagnósticos específicos. Los puntajes más altos estuvieron relacionados al grado de incorporación de metodologías para gestionar la ciudad (Profesionalización) y al uso eficiente de los recursos (Finanzas Municipales).
“El proceso nos ayudó a tener un método para evaluarnos, saber dónde estamos parados, cómo empezamos y cuál ha sido el progreso a lo largo del tiempo. También nos dio un orden y brindó herramientas de gestión para el equipo. Es transformar números en personas”, reflexionó su intendente, Luis Albino Picat.
El jefe municipal también valoró el trabajo colaborativo y que cada implementación está centrada en usuarios finales, ya sean funcionarios/as o vecinos/as. “Te saca de analizar en base a sensaciones y te da seguridad a la hora de tomar decisiones gracias a datos ciertos. Invita a pensar de forma disruptiva y a buscar siempre oportunidades de mejora”, observó.
Por último, Picat admitió ser “fan de la certificación” y dijo que el desafío es que se transforme en una cultura que trascienda las diferentes administraciones locales. “La recomiendo para todos los intendentes; ayuda a estar cerca de los problemas reales de los vecinos”, concluyó.
De la mano del equipo protagonista, en esta nota podés conocer más sobre el proceso de Jesús María. Entre mayo y agosto de 2022, las áreas de Coordinación, Modernización, Hacienda y Personal trabajaron junto con facilitadoras de RIL para obtener la documentación final.
