sandboxes
Por Paula Espinosa,
coordinadora del Centro de Soluciones de RIL
Un nuevo concepto irrumpe en el sector público e impulsa la innovación en los gobiernos. Se trata de los sandboxes o “cajas de arena”, una idea que busca agilizar las regulaciones, aportar datos y evidencia para el desarrollo de productos y permitir la entrada de innovaciones a una ciudad. La premisa es simple: “No podemos regular el futuro con reglas del pasado”.
La Autoridad Financiera del Reino Unido define a un sandbox regulatorio como un “espacio seguro en el que las empresas pueden probar productos, servicios, modelos de negocio y mecanismos de envío innovadores, sin incurrir inmediatamente en todas las consecuencias regulatorias normales de participar en la actividad correspondiente”.
En el sector público, los sandboxes regulatorios tienen origen en el ámbito financiero. Este está compuesto por un alto grado de regulaciones, pero a la vez experimenta innovaciones constantes como las billeteras virtuales y pagos con códigos QR.
A nivel local, las ciudades están implementando esta herramienta normativa para agilizar regulaciones. Así, procuran acompañar a startups y emprendimientos a testear productos y servicios que tendrán un impacto en la comunidad.
¿Por qué una ciudad debería implementar un sandbox?
Los sandboxes son una oportunidad para la evolución del sector público local en materia de transformación digital, desarrollo económico y vinculación público privada. Con la certeza de que la resolución de los desafíos públicos no debe ser una competencia solo de lo público, esta herramienta hace posible el trabajo articulado entre un municipio, la academia y el sector privado.
Concretamente, un sandbox regulatorio brinda los siguientes beneficios:
- Mayor competitividad porque fomenta la innovación y crea un ambiente competitivo para las nuevas tecnologías.
- Ayuda a desarrollar nuevos enfoques normativos y revisar ordenanzas y leyes que obstaculizan el desarrollo de innovaciones.
- Posiciona a la ciudad como un polo atractivo para inversionistas tecnológicos.
- Genera una gobernanza compartida con los actores involucrados en el mismo ya que se necesita de una colaboración y ayuda técnica entre equipos de gobierno, universidades o academias y empresas.
- Reduce los costos a la empresa porque permite crear y validar el impacto de una solución.
- Genera y desarrolla aprendizajes para equipos de gobierno locales que deben regular su implementación.
¿Qué necesita un gobierno local para desarrollar un sandbox?
Lo primero que necesita un gobierno local que quiere implementar un sandbox es contar con un equipo a cargo que se encuentre altamente motivado y comprometido, pues probablemente se enfrentarán a una serie de barreras y desafíos complejos. Los equipos deben estar abiertos a conocer nuevos conceptos y metodologías.
También es importante definir las áreas temáticas que queremos trabajar con el sandbox, como movilidad urbana, innovación urbana, salud, entre otras. Además, se deben identificar a los actores que incidirán en el instrumento para que sean parte de la configuración y creación del sandbox, y ser consultados ante cualquier duda.
Algunos ejemplos de sandboxes en ciudades
En Latinoamérica, un caso exitoso es el de Sandbox.Río, liderado por Río de Janeiro. El objetivo principal de este instrumento es acompañar a startups y empresas a implementar nuevos productos y servicios con mayor seguridad regulatoria. Por ejemplo, se concede la autorización de manera temporal a una start up para testear un robot de reparto de comida y cómo sería su impacto en la vía pública.
En Argentina, en 2021, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires sancionó la Ley Sandbox que regula los procesos y el entorno controlado de pruebas para proyectos pilotos tecnológicos de innovación de prestación de bienes y servicios. Uno de los casos que se testearon es una Plataforma de Investigación de Movilidad Urbana en el Parque de Innovación, ubicado en la zona norte, con el fin de evaluar el sistema de movilidad autónoma y su viabilidad para aplicarlo en la ciudad en el futuro.
En España, las ciudades de Valladolid y Valencia también cuentan con ejemplos de sandboxes. El Ayuntamiento de Valladolid publicó su ordenanza “Valladolid como escenario demostrador” para reglamentar su sandbox urbano. Esta iniciativa regula la utilización de bienes y servicios municipales para que la ciudad se convierta en un escenario de prueba de innovaciones. Con este instrumento, resuelve la necesidad de dotar de reglas y de un marco normativo la relación con universidades, empresas y otros sectores.
Valencia aprobó este año una ordenanza municipal reguladora del sandbox urbano. Tiene como objetivo impulsar los proyectos del sector innovador y tecnológico de la ciudad, y ofrecer a las empresas la posibilidad de probar sus productos en entornos reales para asegurar su éxito en el mercado.
A su vez, Zúrich, en Suiza, creó un sandbox de innovación para la IA. Además de proporcionar claridad regulatoria, también suministra datos para lograr la transferencia de know-how (“saber hacer”) y la habilitación de nuevos proyectos. Por ejemplo, uno de los proyectos que participó en el sandbox fue el de traducciones automáticas en la administración pública. Dado que implica el manejo de información sensible y el uso de terminología técnica específica, se plantea como cuestión si se pueden y se deben utilizar herramientas de traducción genéricas y de acceso público. Este proyecto se centra en elaborar recomendaciones para el uso de la traducción automática.
Construir comunidad para compartir experiencias y buenas prácticas
La Red de Innovación Local participó del lanzamiento del Foro Global de Sandboxes, organizado por Datasphere Initiative el 22 y 23 de julio de 2024 en Río de Janeiro, Brasil. Este evento convocó a socios interesados para promover la agilidad regulatoria y la innovación responsable basada en datos en todo el mundo. El objetivo fue construir una comunidad para compartir evidencia y buenas prácticas sobre el uso de sandboxes regulatorios.
El Foro Global de Sandboxes es una comunidad que busca demostrar el potencial de los sandboxes y fomentar la adopción de un enfoque más colaborativo para abordar los desafíos locales y globales en la era digital. Su objetivo es empoderar a actores públicos y privados mediante el intercambio de experiencias y la creación de capacidades. A su vez, impulsa el desarrollo de orientación basada en evidencia sobre cómo implementar este instrumento y la catalización de iniciativas concretas a nivel local, nacional y regional.
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Imagen principal: IDEO
