ladrillos
En muchos lugares del mundo, los plásticos de un solo uso son los principales contaminantes de ríos, mares y tierras. Pero con un poco de innovación y creatividad, lo que tradicionalmente se consideró un residuo puede convertirse en una solución para construir viviendas sociales. Esta es la visión de Crespo (Entre Ríos, Argentina), una ciudad que se involucró con sectores científicos para reconvertir sus residuos y aprovecharlos con fines habitacionales.
Tras meses de pruebas y validaciones, a finales de 2022 se inició la construcción de los primeros cuatro departamentos con ladrillos a base de PET triturado (tereftalato de polietileno, un compuesto químico muy utilizado en envases de bebidas y textiles). La obra –la primera del tipo en la provincia– corresponde a un complejo municipal proyectado como residencia de adultos mayores.
“Para que los ladrillos a base de PET puedan utilizarse en la construcción de viviendas, es necesario que superen ciertos ensayos que avalen sus características en relación a impermeabilidad, resistencia y flexibilidad, entre otros aspectos”, explicó Jerónimo Kreiker, uno de los investigadores del Centro Experimental de la Vivienda Económica (CEVE, CONICET-AVE). Se trata de uno de los principales institutos científicos de desarrollo y transferencia de tecnologías de construcción y hábitat en Argentina.
Una vez que se certificó que los ladrillos PET de Crespo poseían aptitud técnica, se puso en marcha la construcción de las viviendas a partir de 22.000 unidades fabricadas en el Parque Ambiental local. Como cada 30 botellas se crea un bloque que pesa 1.800 gramos, llegar a ese número demandó el reciclado de unos 660.000 envases.
“Esto es posible gracias al trabajo en equipo de cada crespense que realiza correctamente la separación de residuos domiciliarios en orgánicos (húmedos) e inorgánicos (secos)”, valoró el gobierno municipal.
“Una revolución para la construcción”
Cada departamento posee 58, 53, 50 y 44 metros cuadrados, y consta de habitación, cocina-comedor-estar, baño, lavadero, patio e ingreso independiente. Además, están adaptados para personas con movilidad reducida: tienen equipamiento y dimensiones acordes para que no haya barreras físicas que dificulten su habitabilidad.
La mayoría de las paredes utiliza los ladrillos PET, excepto las medianeras y los tabiques divisorios (según el caso, allí van ladrillos cerámico hueco del 20 o ladrillos visto del 15). “El proceso de producción de Crespo está muy bien ajustado. Tiene dos máquinas en tándem para el triturado de las botellas PET, uno grueso y otro fino, y una bloquera semiautomática que permite una producción de seis ladrillos por minuto”, evaluó el investigador Kreiker, que es vicedirector del CEVE.
El instituto científico acompaña al municipio con asistencia técnica y capacitaciones. Van desde el procesamiento de los bloques y los ensayos de calidad hasta la puesta en marcha de la planta. Según sus valoraciones, la innovación permite emprender obras con mayores criterios ecológicos sin perder calidad. Además, destacan que los ladrillos PET son livianos y poseen alto aislamiento térmico.
“Logramos una fórmula única en Entre Ríos y dimos un paso científico sustentable sin precedentes en el país. Es una revolución para la construcción y poder dar respuesta a la vivienda social en Crespo y la provincia”, presentó el intendente local, Darío Schneider. Fue durante una asamblea nacional de la Red Argentina de Municipios Frente al Cambio Climático (RAMCC), celebrada en marzo de 2023, en San Martín de los Andes (Neuquén).
La experiencia en la ciudad entrerriana ya recibe la atención de otras localidades que buscan implementar políticas públicas similares. Por caso, en julio de 2022, concejales de Chajarí (también en Entre Ríos) visitaron la planta para conocer más sobre la fabricación de ladrillos PET.
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Foto principal y en texto: obras con ladrillos PET y visita a la planta. Fuente: Gobiernos de Crespo y de Chajarí.
Redacción +Comunidad.
