Desde hace más de una década, el municipio chileno de Quillota (región de Valparaíso) avanza en la internacionalización de su gestión local con el objetivo de exponer iniciativas y aprender buenas prácticas de otras ciudades. Así, en 2017, firmó convenios de cooperación con Curridabat (Costa Rica) y Mérida (México) para crear instancias de intercambio de experiencias de innovación.
Como parte de la Red Mundial de Alcaldes por el Desarrollo Inclusivo, de la Fundación Ford y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Quillota y Curridabat establecieron un programa centrado en el desarrollo y fortalecimiento de competencias “para una gobernanza inclusiva y sustentable”.
“Quillota busca potenciar el área medioambiental y de ciudades inteligentes, temas que en Curridabat van un paso adelante, mientras que desde Costa Rica vendrán a Chile para conocer y replicar iniciativas de la Red de Salud Municipal”, planteaban desde la Alcaldía de la ciudad de Valparaíso, entonces conducida por Luis Mella.
En 2022, los municipios dieron cierre a más de tres años de cooperación intensiva, que incluso trascendió las administraciones iniciales. “Fue una etapa muy provechosa para nuestras ciudades. Tiene que ver con el primer proceso de análisis y de retroalimentación de la cooperación conjunta para poner (en debate), por sobre muchas cosas, temas como la planificación urbana, la naturaleza y los vínculos entre los mismos ciudadanos”, reflexionó el nuevo jefe comunal de Curridabat, Jimmy Cruz Jiménez.
Intercambio con el foco en el desarrollo urbano
Los equipos de ambas ciudades intercambiaron numerosas experiencias. Por caso, la comuna chilena mostró los alcances de sus proyectos para dar empleo a profesionales jóvenes, las casas de acogida y su modelo de intervención comunitaria.
En general, trataron asuntos de desarrollo humano; atención al adulto mayor; ordenanzas y proyectos para personas en situación de discapacidad; pacificación y ordenamiento vial; participación ciudadana; protección y educación ambiental; la incorporación de los jóvenes a la gestión municipal y el mundo del trabajo, entre otras.
“Hemos aprendido en muchas dimensiones y hemos encontrado también muchas coincidencias, que creo que hacen más fuertes las gestiones, proyectos y programas que tenemos, siempre con el eje de inclusión. Eso ha sido una constante: trabajar con poblaciones vulnerables para alcanzar también las metas generales de la población”, valoró Huberth Méndez Hernández, coordinador de Curridabat.
En 2017, antes de que se formalizaran aún más los lazos entre las ciudades de Chile y Costa Rica, la ciudad mexicana de Mérida intercambió con ellas estrategias contra la desigualdad y generar políticas de inclusión social y desarrollo sostenible. “Somos tres ciudades que apostamos a la modernidad, la innovación y el municipalismo como elementos del desarrollo”, destacó el entonces jefe municipal de Mérida, Mauricio Vila Dosal.
En aquella instancia, los alcaldes destacaron los puntos que unen sus territorios a pesar de las distancias y sus diferencias demográficas. Además, firmaron una carta para promover encuentros empresariales y gubernamentales, incentivar el desarrollo de negocios, promover el turismo y la difusión cultural, y generar mayor participación ciudadana.
¿Tenés una historia para contar sobre tu pueblo o ciudad? En +Comunidad nos gustaría conocerla y publicarla. Contactanos.
Foto principal: Encuentro 2017 en Mérida.
Redacción +Comunidad.