barreras
Ubicada a más de 3.600 metros sobre el nivel del mar, La Paz es la capital más alta del mundo. Además de su geografía escarpada, con numerosos desniveles y pendientes, la ciudad creció con barreras arquitectónicas y urbanas que limitan la movilidad de algunos grupos sociales. En especial, personas con discapacidad y adultos mayores siempre tuvieron dificultad para acceder a edificios públicos y transitar por las veredas.
Ante esta situación, que se traducía en “frustración y exclusión social”, el gobierno de La Paz implementó entre 2018 y 2022 un plan para eliminar los obstáculos. Basándose en principios de no discriminación, accesibilidad, progresividad, pluralidad, diversidad e inclusión, la estrategia municipal buscó beneficiar a más de 16.000 personas con discapacidad y a 90.000 adultos/as mayores en la capital boliviana.
“El Plan de Eliminación de Barreras Arquitectónicas y Urbanas (EBAU) pretende lograr progresivamente la eliminación de limitaciones arquitectónicas y ejecutar un programa de capacitación dirigido a las unidades organizacionales del gobierno sobre la normativa que deben emplear”, explicó la entonces concejala Andrea Cornejo, una de las impulsoras de las modificaciones en La Paz.
La propuesta también apuntó a eliminar obstáculos en servicios, potenciar el transporte municipal y quitar las barreras comunicacionales en puntos de atención. “Como resultado esperamos que el 100% de la ciudadanía se beneficie en transporte y comunicación, y que el 100% de los nuevos proyectos cuenten con criterios de accesibilidad y diseño universal desde el 2019”, añadió la funcionaria a fines de 2018.
La misión de quitar barreras
Según el análisis del gobierno de La Paz, el 8% de su equipo ejecutivo y técnico desconocía sobre normativas relacionadas al problema. Además, no existía una ley específica para la accesibilidad universal en el municipio y los propios servicios gubernamentales eran poco inclusivos. Algunas unidades en los barrios, por ejemplo, no tenían señalización de información accesible o rampas para sillas de ruedas.
Por ello, entre los objetivos del plan se trazó un programa de capacitación para funcionarios/as sobre el trato a las personas con discapacidad y la elaboración de ordenanzas de accesibilidad universal. Todo el proceso fue presentado a la ciudadanía a través de portales oficiales y medios de comunicación.
“La política pública, la construcción de la ciudad y readecuación es un proceso dinámico. La Paz no ha sido planificada para ser una ciudad para todos. Hoy está claro que la ciudad es la que debe adaptarse a quienes circulamos en ella, sobre todo para aquellas personas que vivimos con alguna discapacidad. No debe ser al revés, es la ciudad la que se adapta a nosotros; no nosotros a ella”, planteó en 2019 Cornejo, entonces presidenta del Concejo Municipal, ante el Comité que puso en marcha el plan EBAU.
Durante sus años de implementación, la política pública logró varias transformaciones en La Paz. Además de sumar rampas y barandas, allanar varias aceras y cambiar las leyes de las obras en construcción, el transporte público sumó criterios de accesibilidad universal. Por caso, el sistema “Mi Teleférico” es reconocido internacionalmente por ser una solución integral de movilidad inclusiva en el área metropolitana de la capital boliviana.
El plan de eliminación de barreras arquitectónicas como tal no fue renovado tras el recambio de gestión, en 2022. Sin embargo, sirvió y sirve de inspiración para que otras ciudades apliquen este tipo de solución. Además, obtuvo reconocimientos internacionales por su perspectiva incluyente. En tanto, en La Paz evalúan el relanzamiento de la estrategia y el cumplimiento de las normativas ya aprobadas durante los últimos años.
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Imagen principal: Concejo Municipal de La Paz.
Redacción +Comunidad.
