Las autoridades de Monte Vera (Santa Fe, Argentina) calculan que en la localidad ya habitan más de 12.000 personas. Ese número les permitiría, según la legislación provincial, dejar de ser una comuna y constituirse oficialmente como un municipio.
Impulsada por referentes de distintos espacios políticos, la iniciativa para que esto ocurra debe ser tratada y aprobada por la Legislatura santafesina. “En beneficio de los habitantes de la pujante localidad de Monte Vera, consideramos que corresponde instituir un régimen municipal, elegir el nuevo intendente y el Concejo Municipal”, sostiene un proyecto ingresado en la Cámara de Diputados.
“Por su historia, por su gente, por su crecimiento y el desarrollo de los últimos años, la comuna de Monte Vera debe ocupar el lugar preponderante que realmente merece en la provincia”, sostiene otro pedido, promovido por un senador de un partido político diferente. Entre los fundamentos, los textos repasan que la comuna, creada en 1914, presenta “108 años de crecimiento sostenido como una comunidad pujante”.
¿Qué cambiaría para la población monteverense el cambio jurídico? En caso de constituirse como municipio, sería el séptimo en el departamento La Capital y el número 58 en la provincia de Santa Fe. Según sus impulsores, básicamente les permitiría contar con mayores recursos para brindar servicios que hoy no son posibles. Además, serviría para trazar un nuevo impulso turístico.
“Hay que quitarle el miedo al vecino. Decirles que no van a tener mayores cargas impositivas, pero que como municipio sí recibirán mejores ingresos, por ejemplo, en materia de coparticipación”, argumenta el senador Marcos Castelló.
La historia de una separación
En 2009, la provincia de Buenos Aires vio nacer a su municipio más reciente: Lezama. A diferencia de Monte Vera, el cambio jurídico llegó a causa de una separación y no por el otorgamiento de una nueva categoría sobre un territorio ya existente. En otras palabras, Lezama obtuvo su autonomía tras un largo enfrentamiento con su hoy vecina Chascomús.
Hasta aquel entonces, los pedidos separatistas enfrentaban a vecinos y se traducían en protestas. Incluso, con frecuencia, llegaban a cortar una de las rutas turísticas más importantes de la provincia, camino a Mar del Plata.
“La comunidad de Lezama está presente con este reclamo desde hace más de cien años, cuando a fines del siglo XIX fue anexada a Chascomús. Lezama fue un partido independiente hasta 1894, condición que perdió de manera arbitraria y desde ese momento la comunidad se ha manifestado a lo largo de todo el siglo XX, para recuperar su independencia con dos objetivos, elegir libremente a nuestras autoridades y disponer de nuestros recursos”, pedían desde la “Comisión Pro Autonomía de Lezama”.
“Cada lezamense nace en este clima de deseo de recuperar el partido que le sacaron y la protesta fue transmitiéndose de generación en generación. No somos tenidos en cuenta. A Chascomús le llega un dinero de coparticipación y a nosotros nunca nos llega ese dinero”, se quejaba Julio Prado, representante de la comisión.
Desde la vereda contraria, la parte “integracionista” rechazaba que Chascomús perdiera el 25% de su superficie y –en ese momento– más de 4.000 habitantes (cerca del 10% del total en 2009), con su consecuente impacto fiscal. Finalmente, la Legislatura bonaerense aprobó la separación y hace 13 años creó el partido n° 135 de la provincia. Hasta 2016, el gobierno chascomusense pedía “una reparación histórica por los perjuicios padecidos por el desmembramiento”.
¿Próximos a ser municipio?
En la provincia de Buenos Aires más de 50 poblaciones buscan seguir el camino de Lezama, según la Asociación para el Reconocimiento de Nuevos Municipios. En septiembre de 2022, de hecho, se presentó un proyecto de ley con el objetivo de “tener municipios más eficientes y cercanos al vecino, y garantizar el derecho al propio gobierno local”.
Algunas de las localidades que buscan separarse de sus “ciudades madre” son Quequén (Necochea), Sierra de los Padres (General Pueyrredón) y Huanguelén (Coronel Suárez y Guaminí). Desde el otro lado, los municipios cabecera aseguran que las rupturas van en contra de sus integridades territoriales y de sus finanzas municipales.
“Sí a la independencia. Que nos permitan efectuar obras públicas, mejorar la salud y la educación. Queremos nuestra autonomía para administrar mejor nuestra economía y estar mejor representados”, exigían en 2004 desde una comisión separatista de Quequén. En ese año, dos consultas populares no vinculantes dieron mayoría a las opciones autonomistas allí y en Huanguelén.
Con diferentes ímpetus, en otras provincias argentinas existen situaciones similares a las de Monte Vera (cambio de estatus) y las localidades bonaerenses (separaciones).
Por ejemplo, en la provincia de Tucumán hay una decena de comunas rurales que, según la legislación local, ya se encuentran en condiciones de obtener autonomía municipal. En Mendoza, en tanto, un grupo de ciudadanos piden que Bowen sea reconocida como una comunidad autónoma separada de General Alvear.
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Imagen principal: Vista aérea y nocturna de Monte Vera, Santa Fe. Comuna local / Drone’s Max.
