BOLETÍN IDEAS & INSPIRACIÓN
Una plataforma que revoluciona la alimentación escolar en Brasil

Alimentación Escolar Inteligente (AEI) es una aplicación que está transformando la alimentación en las escuelas de Brasil. Aprovecha mejor los recursos disponibles, optimiza los menús y garantiza comidas más saludables. En Dourados (MS), su implementación permitió reducir un 80% el desperdicio de alimentos.

Ana Laura es cocinera en la Escuela Indígena Tengatuí Marangatú, ubicada en Dourados, una ciudad del estado de Mato Grosso do Sul, Brasil, que hasta mediados del siglo XX estuvo habitada por las comunidades indígenas Terena, Paí Tavytera y Guaraní. En un video compartido en Facebook, Ana Laura relata que, dentro de su cultura gastronómica, el arroz es un alimento fundamental. Y era justamente este ingrediente el que predominaba en la alimentación de los niños y niñas que asistían a la escuela. 

En mayo de 2022, la Escuela Municipal fue seleccionada para ser parte de una prueba piloto de la aplicación Alimentación Escolar Inteligente (AEI), desarrollada por la empresa Lemobs, que implementa tecnologías innovadoras en la gestión pública. En ese video Ana Laura cuenta que, poco más de un año después de la implementación de esta herramienta, el proyecto dejó un fuerte legado en la alimentación escolar, destacando que incorporaron con éxito más verduras y legumbres en sus menús. 

La tecnología se utilizó en el marco del programa Ecco Comunidades, lanzado por el Instituto BRF, en alianza con las organizaciones Quintessa y Prosas, y tenía el objetivo de disminuir la pérdida y el desperdicio de alimentos en instituciones educativas. David Almeida, director de Nuevos Negocios de Lemobs, conversó con +COMUNIDAD sobre cuáles fueron los principales desafíos para desarrollar la iniciativa y garantizar su adopción, hasta el momento, en 1.200 escuelas de 300 ciudades brasileñas.

“Con AEI, estamos demostrando que es posible hacer más con menos, transformando la alimentación escolar en un pilar estratégico para el desarrollo educativo y social en Brasil”, planteó. 

Seguridad alimentaria, un desafío para América Latina

La inseguridad alimentaria en América Latina es un problema que fue agravado por crisis recientes como la pandemia por covid-19. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) informó que Latinoamérica tiene el costo más alto para acceder a una dieta saludable (US$4,08 por persona al día vs US$3,60 mundial). En consecuencia, el 24% de la población no puede acceder a una alimentación saludable.

Entre las soluciones que propone el BID se destacan incrementar el acceso a alimentos con un enfoque en las poblaciones vulnerables a la inseguridad alimentaria, promover la producción sostenible de alimentos y también mejorar el acceso a dietas saludables. En este contexto, la iniciativa tecnológica Alimentación Escolar Inteligente (AEI) destaca por su capacidad para optimizar menús escolares, reducir el desperdicio de alimentos y garantizar una alimentación más saludable a miles de estudiantes en Brasil.

Esta aplicación funciona con un sistema de inteligencia artificial que calcula menús adaptados a las necesidades nutricionales de los y las estudiantes, permitiendo evitar el desperdicio de alimentos y  mejorar la calidad nutricional de las comidas servidas. La herramienta genera menús personalizados de acuerdo con el per cápita nutricional, ofrece hojas de preparación, listas de compras ajustadas al número de estudiantes y un seguimiento de los restos de alimentos para analizar la aceptabilidad de las porciones.

Capacitaciones a cocineras escolares. Imagen: Lemobs.

Los cimientos y proyección de Alimentación Escolar Inteligente

━ ¿Cómo surgió la iniciativa Alimentación Escolar Inteligente (AEI)? ¿Se inspiraron en otras iniciativas? Si es así, ¿cuáles fueron?

David Almeida: Surgió de la necesidad de modernizar la gestión de la alimentación escolar en Brasil, garantizando mayor eficiencia, transparencia y calidad nutricional dentro del Programa Nacional de Alimentación Escolar (PNAE). A partir de nuestra experiencia con gestores municipales, identificamos desafíos como el desperdicio de alimentos, dificultades logísticas y la falta de datos estructurados para la toma de decisiones. Estos problemas nos motivaron a desarrollar AEI, una solución digital que optimiza desde la planificación de los menús hasta el monitoreo del consumo y desperdicio de alimentos.

Buscamos referencias tanto en experiencias nacionales, como programas de lucha contra el desperdicio alimentario, como en iniciativas internacionales que utilizan tecnología para mejorar la gestión de la merienda escolar. No obstante, nuestro mayor diferencial fue la construcción de una solución adaptada a la realidad local, con un enfoque en la escalabilidad y la personalización para diferentes municipios.

━ ¿Cómo fue el proceso de diseño e implementación de esta solución en las escuelas?

━ El desarrollo de AEI siguió un enfoque centrado en el usuario, involucrando desde la fase de concepción a gestores públicos, nutricionistas, cocineros y otros profesionales de la educación. Nuestro objetivo fue crear una plataforma intuitiva que facilitara el trabajo diario de estos equipos y garantizara un mayor control sobre la gestión de la alimentación escolar. Durante la implementación, priorizamos un modelo escalable y adaptable a las realidades municipales, alineado con las directrices del PNAE y las resoluciones del Consejo Federal de Nutrición (CFN). Además, desarrollamos el programa Aprovecha+, un método que incluye capacitación técnica, acompañamiento continuo y buenas prácticas para maximizar los resultados de AEI.

Un ejemplo de éxito fue la implementación en Dourados (MS), donde logramos reducir el desperdicio de alimentos en un 80%. El proceso incluyó visitas técnicas para diagnosticar los desafíos locales, reuniones con directores, docentes y cocineros, así como la realización de pruebas de aceptabilidad alimentaria. También promovimos capacitaciones sobre el aprovechamiento integral de los alimentos y la elaboración de menús alineados con las tradiciones culturales de la región, garantizando una alimentación escolar más sostenible y acorde con los hábitos locales. 

Este caso dio origen a un artículo publicado en 2022 en el OPSI (Observatorio de Innovación del Sector Público) de la OCDE, que está disponible en su página web.

━ ¿Cuáles fueron los principales desafíos para desarrollar la iniciativa y garantizar su adopción en las escuelas?

━ La implementación de AEI trajo consigo desafíos comunes en procesos de innovación dentro del sector público, como la resistencia al cambio y la necesidad de capacitación de los equipos. Muchos gestores y nutricionistas estaban acostumbrados a procesos manuales y burocráticos, lo que requirió un trabajo de sensibilización y formación para demostrar los beneficios de la digitalización. 

Para superar estas barreras, invertimos en capacitaciones prácticas, materiales educativos y un acompañamiento cercano a las escuelas. La aceptación del programa creció a medida que los profesionales comenzaron a percibir beneficios concretos, como la optimización en la planificación de menús, la mejora en la logística de insumos y la reducción del desperdicio de alimentos. 

Otro desafío fue garantizar que el sistema fuera lo suficientemente flexible para atender a entidades públicas de diferentes tamaños y realidades. Por ello, desarrollamos AEI como una solución modular, permitiendo personalizaciones que respetan las particularidades de cada red escolar.

alimentación
Niños y niñas esperando para almorzar. Imagen: Lemobs.

━ ¿Cómo ha sido la respuesta de las comunidades escolares y de la sociedad en general?

━ La recepción de AEI ha sido extremadamente positiva. Directores, cocineros y nutricionistas destacan la transparencia de la solución y la mejora en la gestión de insumos, lo que permite un mejor control nutricional de las comidas. Además, la plataforma ha contribuido a la reducción del desperdicio de alimentos y a la capacitación de los profesionales, resultando en un servicio más eficiente y de mayor calidad para los estudiantes. 

Uno de los impactos más significativos se observó en escuelas como las de Rio Brilhante (MS), donde, con el apoyo del Banco do Brasil, la adopción de AEI generó un ahorro significativo de recursos y una alimentación escolar más equilibrada. 

El involucramiento de la comunidad escolar también ha sido clave: al ofrecer capacitaciones y talleres culturales, hemos logrado adaptar los menús a las tradiciones locales, haciendo el programa más inclusivo y sostenible. Además, la sociedad ha reconocido la importancia de la iniciativa, ya que una alimentación escolar eficiente impacta directamente en la salud y el rendimiento de los estudiantes.

━ ¿De qué manera trabajan con otros actores, como municipios, empresas u organizaciones de la sociedad civil?

━ Nuestros principales aliados son los municipios y estados, a los cuales brindamos apoyo técnico en la implementación de AEI y en la adecuación a las directrices del PNAE y del CFN. También colaboramos con empresas y organizaciones de la sociedad civil que comparten nuestro compromiso con la seguridad alimentaria y la sostenibilidad. 

Un ejemplo de esta colaboración es la alianza con el Instituto BRF y el Banco do Brasil, que permitió la implementación de AEI en Dourados (MS) y Rio Brilhante (MS), respectivamente. Además de reducir el desperdicio de alimentos, estas iniciativas aseguraron que los niños tuvieran acceso a una alimentación escolar respetuosa con su cultura, incluyendo alimentos producidos localmente y prácticas culinarias tradicionales de los pueblos originarios. 

Creemos que asociaciones como estas son fundamentales para ampliar el impacto social de AEI y promover una alimentación escolar más justa y eficiente.

━ ¿Cuáles son las perspectivas y planes para expandir la iniciativa a más escuelas en el futuro?

━ Nuestro objetivo es continuar mejorando AEI, ampliando su impacto en la calidad de la alimentación escolar y en la salud de los estudiantes. Estamos enfocados en expandir la solución a más municipios y estados, consolidando un historial sólido de datos para monitorear el desarrollo infantil y evaluar el impacto de las políticas públicas de alimentación. 

Actualmente, atendemos grandes redes de enseñanza, incluyendo el Estado de São Paulo, la mayor de Brasil, con más de 6.000 escuelas. Nuestra meta es ampliar aún más esta presencia, asegurando que más estudiantes tengan acceso a una alimentación escolar equilibrada y sostenible.

También estamos invirtiendo en tecnologías emergentes, como Inteligencia Artificial y Reconocimiento por Imagen, para optimizar aún más la gestión y facilitar el día a día de los profesionales de la alimentación escolar. Con estas innovaciones, queremos garantizar que las tareas operativas sean más ágiles, permitiendo que los equipos se concentren en lo más importante: la calidad de la alimentación ofrecida a los niños. 

Un antes y después en la alimentación de Dourados

La aplicación se implementó por primera vez en la Escuela Municipal Indígena Tengatuí Marangatú, con el objetivo de optimizar el uso de los alimentos y garantizar que cada estudiante recibiera una dieta equilibrada según su edad y necesidades nutricionales. El impacto de esta herramienta en la escuela fue tal que permitió que el sistema se expandiera a otras seis instituciones educativas de Dourados. Como efecto multiplicador, eso generó que llegara a otras 1.200 escuelas de 300 ciudades de Brasil.

El Instituto BRF, actual inversor de impacto de AEI, posibilitó dar continuidad a la solución en Tengatuí y ampliar el proyecto a seis escuelas más en Dourados hasta diciembre de 2022, con apoyo de la Secretaría Municipal de Educación de Dourados (SEMED). Las escuelas fueron Agustinho, Araporã, Francisco Meireles, Lacu’i Roque Isnard, Pai Chiquito Pedro y Ramão Martins, todas pasaron por una rutina de visitas de seguimiento con nutricionistas y también contaron con capacitaciones de cocina. 

Esta sinergia de alianzas institucionales público-privadas generó entonces resultados significativos para la aplicación Alimentación Escolar Inteligente, en primer lugar la reducción de residuos: se ahorraron 19 toneladas de alimentos y 11 de carbono. El equipo detrás de esta iniciativa determinó que esta reducción equivale a 64 mil comidas, lo que permitió un ahorro de 400.000 reales (68600 USD) y se vieron beneficiados alrededor de 4.000 estudiantes.

Una de las cocineras de la Escuela Municipal Indígena Tengatuí Marangatú. Imagen: Lemobs.

Un modelo con reconocimiento internacional

El impacto de la plataforma no pasó desapercibido. La solución fue recientemente destacada por el Observatorio de Innovación en el Sector Público de la OCDE, un reconocimiento que subraya la relevancia y el potencial transformador de la iniciativa. En un país como Brasil, donde las desigualdades socioeconómicas a diario afectan la calidad de la alimentación, iniciativas como AEI se posicionan como una solución clave para mejorar la nutrición y el bienestar de miles de niños, niñas y jóvenes.

La capacidad de la aplicación para adaptarse a diferentes contextos y su escalabilidad permitió su expansión más allá de las fronteras de Dourados. Alimentación Escolar Inteligente demuestra, entonces, cómo la innovación tecnológica puede contribuir a resolver problemas sociales complejos, en un contexto global donde el medioambiente, la sostenibilidad y la salud son los protagonistas.

Aunque el proyecto tuvo un impacto significativo en Brasil, su modelo puede servir como referente para otras ciudades de la región, que enfrentan desafíos similares en cuanto a garantizar el acceso a una alimentación más saludable a toda su población. 

Esta nota se publica como parte del Boletín Ideas & Inspiración de la Red de Innovación Local (RIL), donde cada mes se destacan casos innovadores en ciudades de todo el mundo. ¿Te gustaría recibir, una vez al mes, soluciones locales inspiradoras como las de esta nota en tu correo? ¡Podés suscribirte de forma gratuita!

Imagen de portada: ilustración de RIL y +COMUNIDAD basada en fotos de Lemobs.
Redacción +COMUNIDAD.