La falta de recursos estatales a menudo plantea obstáculos para mantener y mejorar las infraestructuras viales, especialmente en zonas rurales. En respuesta a esta realidad, existen diferentes estrategias comunitarias y privadas que permiten colaborar en la identificación y resolución de los problemas. Así, logrando una articulación eficaz con las áreas de obras públicas de los gobiernos locales, apuntan a mejorar el estado de caminos y otros servicios.
Este es el caso del municipio de 9 de Julio (Provincia de Buenos Aires, Argentina), cuya principal actividad económica es la producción agrícola-ganadera. El territorio posee una red vial de 2.500 kilómetros que, por lo general, es difícil de sostener. “Necesitamos un continuo mantenimiento de los caminos rurales. También arreglos estructurales profundos para evitar deterioros constantes”, dijo a InfoCampo Gisela Guiotto, directiva de la Sociedad Rural local.
Ante esta situación, la entidad decidió ser parte de la solución. En 2023, estrenaron un sistema de “semáforos” que evalúa la condición de los caminos todos los meses. Por medio de una encuesta periódica realizada a los productores, se determina si se encuentran en color rojo (mal estado), amarillo (regular) o verde (bueno).
Todo comenzó con una primera medición, efectuada en marzo, que determinó que más del 55% de los encuestados consideraba que los caminos estaban en mal estado. Con esos datos, recurrieron a las autoridades municipales para trabajar de forma mancomunada y avanzar hacia la implementación de soluciones. Hoy la herramienta busca establecer un orden de prioridades en la protección de las carreteras.
Respuesta municipal y resultados
“Gracias a la creación del semáforo, que se le ocurrió a la Sociedad Rural, trabajamos en conjunto para mejorar los caminos. Funciona gracias a los productores rurales, quienes son encuestados todos los meses para determinar el estado de los mismos. Esta creación detalla los puntos que se deben mejorar y mantener. Es un proyecto que brindó grandes cambios y resultado en favor de la comunidad”, expresó Cristian Vila, director de Vialidad Rural en 9 de Julio, en diálogo con +COMUNIDAD.
Habiendo pasado tres meses de su estreno, la iniciativa ya surte los primeros resultados. Gisella Guiotto, que es integrante de la Subcomisión de Caminos Rurales de la central empresaria local, informó que cada vez más caminos pasan de rojo a verde. “Eso nos da la pauta de que estamos cumpliendo objetivos. Sin embargo, todavía quedan muchas carreteras rurales, sobre todo secundarias y terciarias, que están en rojo”, advirtió.
Según la categorización que realizaron, los caminos primarios son aquellos que proveen acceso a localidades o escuelas, y tienen prioridad de mantenimiento. Los demás son los menos transitados y suelen ser de tierra o ripio. Hoy cada productor tiene en su tranquera el número de camino, lo que permite tener identificada la red completa.
Otras acciones participativas
Por medio de enfoques innovadores y colaborativos, la sociedad civil y el sector empresarial pueden tomar un papel activo en la resolución de los problemas de servicios y obras. En Katmandú, la capital de Nepal, la empresa “Kathmandu Living Labs” se encarga de proporcionar datos humanos y soluciones tecnológicas para mejorar la calidad de vida de las comunidades.
Por medio de mapeos abiertos y colaborativos, registran información sobre diferentes temáticas (reconstrucción de viviendas, por ejemplo) y las comparten con las autoridades locales y diferentes ONG. Así, facilitan una planificación informada y enfocada en áreas críticas en el país asiático.
En Asunción (Paraguay), la aplicación móvil “Topa” provee información actualizada y geolocalizada sobre el estado de las rutas, el transporte público y cualquier otro dato que permita facilitar la movilidad en la ciudad. Cuenta con herramientas de denuncia ciudadana que conectan directamente con las autoridades cada vez que se reportan semáforos rotos, baches, basura acumulada o hechos de inseguridad.
Ya utilizando inteligencia artificial, en Helsingborg (Suecia), la empresa local de gestión de residuos ha colocado sensores en los camiones de recolección que permiten monitorear las calles de la ciudad. Mediante cámaras robotizadas, detectan baches , señales de tránsito dañadas y otras situaciones que son reportadas a las autoridades locales.
Los camiones fueron elegidos para el mapeo con la idea de aprovechar sus rondas diarias por la ciudad. Así, se ahorran emisiones, se evita más tráfico y se ahorra dinero municipal.
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Imagen principal ilustrativa: arreglo de caminos rurales en la Provincia de Buenos Aires. Foto: Casa Rosada.
Redacción +COMUNIDAD
