EXPANSIÓN URBANA E IMPACTO AMBIENTAL
Qué son los Edificios Modelo y cómo pueden aportar a la eficiencia energética en América Latina

En América Latina, una red de profesionales, universidades y comunidades impulsada por el Proyecto CEELA busca demostrar que la eficiencia energética puede integrarse desde las propias condiciones locales. Los llamados Edificios Modelo empiezan a revelar el impacto de articular formación y conocimiento situado para transformar la manera de diseñar y habitar en cuatro países de la región.

Por Fabian Dejtiar (*)

En América Latina, el sector de la construcción enfrenta un doble reto: responder a la expansión urbana y reducir su impacto ambiental. A nivel global, los edificios son responsables de cerca del 40% de las emisiones de CO2, y sin una incorporación decidida de estrategias de eficiencia energética, estas cifras seguirán creciendo. Sin embargo, los estándares internacionales no siempre se ajustan del todo a sus
realidades donde los recursos, las técnicas y las condiciones climáticas son tan diversas.

El Proyecto CEELA (Capacidades para la Eficiencia Energética en Latinoamérica) surgió en 2020 con una premisa simple pero transformadora: la eficiencia energética debe construirse desde las propias capacidades locales. Impulsado por COSUDE e implementado por la consultora EBP Chile, han estado trabajando en Perú, Ecuador, Colombia y México para adaptar soluciones técnicas a los contextos del sur global.

De los estándares a los Edificios Modelo

A diferencia de otros programas que trasladan modelos internacionales sin mediación, CEELA eligió un camino de formar profesionales, acompañar proyectos y generar evidencia concreta. Los llamados Edificios Modelo son el resultado visible de ese proceso. Funcionan como laboratorios reales, donde se prueban estrategias de eficiencia energética en distintos climas y escalas; desde escuelas rurales hasta universidades y viviendas sociales.

En Perú, por ejemplo, la rehabilitación de la Escuela Moisés Rebata, en Nasca, transformó un edificio afectado por el calor extremo en un espacio más confortable y saludable para aprender. La combinación de ventilación cruzada natural, protección solar y energía fotovoltaica redujo el sobrecalentamiento y mejoró la calidad del aire interior.

En Ecuador, la Universidad de Azuay convirtió sus instalaciones en un laboratorio vivo para medir distintas técnicas de aislamiento térmico, generando datos y conocimientos. Esto también como parte de una estrategia más amplia: el concepto de Universidades Cero Emisiones, que busca transformar los campus en ejemplos concretos de construcción sostenible en América Latina.

En Colombia, el edificio DAMMAR, en Cartagena, aplicó estrategias pasivas en vivienda social. Esto quiere decir que es posible reducir la demanda energética incluso a gran escala y en climas cálidos y húmedos.

Una red que sigue creciendo en América Latina

Detrás de estos proyectos hay una transformación más profunda: el fortalecimiento de capacidades técnicas y de gestión en los territorios. Arquitectos, docentes, estudiantes y autoridades locales participaron en talleres, asesorías y monitoreos que les permitieron incorporar criterios de eficiencia en sus propios contextos.

Antonio Espinoza, responsable de los Edificios Modelo por parte de EBP Chile, destaca que el mayor valor no reside sólo en los edificios construidos, sino en la red de capacidades que se activó a su alrededor.

“Lo importante es que ahora los equipos que han participado en el proceso de trabajo cuentan con nuevas herramientas y capacidades que les permiten analizar, comparar e implementar medidas de eficiencia energética y confort térmico desde las etapas más tempranas de un proyecto. Sabemos que estas estrategias son más efectivas y menos costosas cuando se incorporan desde el inicio, y eso es a lo que apuntamos”, afirma.

Para Espinoza, el verdadero legado es haber generado condiciones para que la eficiencia energética deje de ser una excepción experimental y comience a integrarse de forma estructural en el desarrollo urbano de América Latina.

Proyecto Campus Pruce Manta. Imagen: Proyecto CEELA

Aprendizajes y próximos pasos

Las experiencias de CEELA muestran que la eficiencia energética es, además de técnica, cultural y formativa. Requiere construir capacidades locales, fortalecer redes de colaboración y generar conocimiento adaptado a cada clima y contexto socioeconómico. El desafío ahora es escalar esas prácticas y consolidar políticas públicas que las integren de forma estructural en el desarrollo urbano y habitacional de la región.

A medida que América Latina se prepara para construir millones de metros cuadrados adicionales en las próximas décadas, estos casos ofrecen una lección común: es posible avanzar desde lo local con soluciones que combinen desempeño ambiental, pertinencia social y viabilidad económica.

(*) Fabian Dejtiar es arquitecto con amplia experiencia en comunicación y medios digitales. Se desempeñó como Managing Editor en ArchDaily, la plataforma de arquitectura más visitada del mundo, donde lideró proyectos editoriales de reportaje, fotografía, redacción y curaduría con foco en América Latina y España.

Imagen de portada: Proyecto CEELA.