CALENTAMIENTO GLOBAL
Olas de calor: cómo pueden las ciudades prepararse para enfrentar sus peligros

Los eventos con temperaturas extremas son una amenaza cada vez más frecuente. En consecuencia, ciudades de todo el mundo se ven obligadas a tomar medidas que permitan resguardar a la población y prepararse para el futuro.

Entre fines de 2022 y los primeros meses de 2023, el Cono Sur vivió ocho olas de calor. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), 27 ciudades argentinas rompieron récords de temperatura en febrero. Mientras Buenos Aires registró el día más caluroso en 62 años para este mes, numerosas localidades emitieron alertas rojas y naranjas por temperaturas extremas capaces de afectar severamente la salud. 

Del otro lado del planeta, Australia también experimentó marcas inéditas en sus termómetros durante el verano meridional. El 13 de enero de 2023, por caso, la ciudad costera de Onslow reportó un pico máximo de 50,7 grados, la temperatura más alta jamás registrada en el hemisferio sur. 

“Teniendo en cuenta las tendencias de aumento de la temperatura en las últimas décadas, es menos sorprendente que veamos temperaturas extremas como la de Australia Occidental”, informó por entonces Nina Ridder, investigadora del Centro de Excelencia para Climas Extremos en la Universidad de New South Wales, de Sydney.

De acuerdo a los informes de la NASA y la ONU, los últimos siete años han sido los más cálidos en el planeta. ¿Cómo se preparan las ciudades para afrontar las olas de calor cada vez más frecuentes? ¿Qué pueden hacer los gobiernos locales para cuidar a sus poblaciones? ¿Cuál es el rol de los espacios públicos?

Olas de calor.
Ola de calor en Onslow, Australia Occidental. (Getty Images/iStockphoto).

Olas de calor y planificación urbana

“Es importante que existan áreas específicas en los municipios que atiendan la gravedad del asunto. El calor extremo es el fenómeno derivado del cambio climático que mayor número de personas mata. Es en las ciudades donde se pueden adoptar soluciones innovadoras y efectivas”, decía en agosto de 2022 Mauricio Rodas, referente de la iniciativa “Ciudades Líderes en Acción contra el Calor Extremo”. En una entrevista exclusiva con +Comunidad, el también ex alcalde de Quito (Ecuador) expuso sobre diferentes medidas urbanas para hacer frente a los peligros de las olas de calor. 

Una de ellas es la creación de Chief Heat Offices, oficinas en los gobiernos locales que traten puntualmente los riesgos del calor creciente. En mayo de 2021, Miami (Estados Unidos) fue la primera ciudad del mundo en crear el cargo. Hoy localidades de todos los continentes crearon puestos similares. En América Latina, ya lo hicieron Santiago (Chile) y Monterrey (México).

“Tenemos islas urbanas de calor, que son lugares donde las temperaturas aumentan entre 5 y 10 grados por sobre lo reportado por estaciones meteorológicas. Barrios con alta densidad y sin áreas verdes son los más afectados. También por las condiciones materiales y de infraestructura, las casas de familias vulnerables, con techos de zinc o sin aislación, tienen temperaturas más elevadas”, planteó Cristina Huidobro, urbanista y Líder contra el Calor Extremo en la capital chilena. 

Hay varias intervenciones urbanas y protocolos en curso para sortear las olas de calor en Santiago. Entre ellas, se encuentra un piloto de techos verdes y un plan de arbolado con especies nativas o aclimatadas. Son de bajo consumo hídrico, dan sombra, ayudan a generar viento y funcionan como corredores biológicos. 

Además, se evalúa limitar las horas de trabajo al aire libre durante los eventos de temperaturas elevadas y crear un plan maestro de ciclovías como alternativa de transporte. “Es para ayudar a reducir emisiones que, junto con la poca ventilación en nuestra ciudad valle, contribuyen al aumento de temperaturas”, especificó la funcionaria. 

Santiago de Chile planea multiplicar los edificios con techos verdes para mitigar el calor. 

Refugios climáticos y espacios verdes

Otra de las medidas que toman las ciudades para cuidar a la población durante las olas de calor es la creación de refugios climáticos. Se trata de espacios públicos, como bibliotecas y centros comunitarios, a los que se puede acudir para refrescarse con aires acondicionados, ventilación adecuada y agua potable. 

Nueva York (Estados Unidos) lanzó el plan “Cool Neighborhoods NYC”, que tiene como objetivo reducir el impacto de las temperaturas elevadas sobre las comunidades más vulnerables. Además de plantar árboles e instalar techos verdes para reducir los efectos de la isla de calor urbano, la política incluye la creación de refugios climáticos y programas para concientizar a la población sobre los peligros del tema.

Sumadas a las acciones locales, muchas ciudades trabajan para reducir su impacto en el cambio climático en general. Esto incluye la implementación de programas de eficiencia energética, la promoción de sistemas de transporte público sustentables y la multiplicación de espacios verdes naturales. 

En América Latina, cada vez más capitales se ocupan del cuidado y la protección de sus entornos con biodiversidad. Por ejemplo, Bogotá (Colombia) cuenta con nuevos espacios protegidos sobre los Cerros Orientales, de modo de mantener el pulmón verde de la ciudad y proporcionar un lugar para que las personas se refresquen y disfruten de la naturaleza.

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Imagen principal: Unsplash.