El Gran Chaco Americano es el segundo bosque contínuo más grande de América Latina después de la Amazonía, allí viven nueve millones de personas, la mayoría de ellas nunca tuvieron acceso a una computadora, una tablet o cualquier tipo de dispositivo digital.
Con el propósito de liderar la innovación tecnológica para la adaptación al cambio climático, en mayo de 2020 empezó a desarrollarse NANUM Mujeres Conectadas, un proyecto entre Argentina, Bolivia y Paraguay que propone facilitar el acceso a internet.
En estos últimos tres años la iniciativa logró que 129 comunidades estén conectadas y puedan acceder a este servicio, a través de 46 centros de conectividad, actualmente administrados por organizaciones de mujeres indígenas, criollas y campesinas.
Un proyecto trinacional e inclusivo
“NANUM es una iniciativa que parte del reconocimiento del acceso a la conectividad, como un derecho humano fundamental, y además, habilitador de otros derechos”, expresa Florencia Lacoppetti, Coordinadora General de NANUM Mujeres Conectadas.
“Las mujeres prestan el servicio de conectividad a sus comunidades, y una vez que se consolidan en ese rol, también ofrecen un paquete de soluciones relacionadas a los principales desafíos de sus comunidades”, explica la Gerente Programática de Avina.
La conexión a internet permitió a muchas de estas personas visibilizar las principales líneas productivas que desarrollan, por ejemplo, en el caso de las mujeres originarias, a través de las redes sociales pudieron mostrar y vender sus artesanías.
Jéssica Sossa es Presidenta de la Asociación de Mujeres Artesanas Laqatalayoqten en Campo del Cielo, en Formosa, Argentina; ella cuenta que las mujeres indígenas nunca estuvieron frente a una computadora, pero gracias a NANUM pudieron hacerlo.
Hoy más de 500 mujeres están capacitadas en administración y gestión de empresas, alfabetización digital y acceso a la información, ellas son quienes acompañan a sus comunidades en la adopción de estas tecnologías, y también, soluciones disruptivas.
Reyna Cuellar es parte del Grupo de Mujeres Productoras Taiguati, en Villa Montes, Bolivia, ella dice que este proyecto beneficia a más de 300 personas de la localidad, que quieren visibilizar sus huertos, tejidos y champús que producen en la comunidad.
Etapas de instalación de los centros NANUM
Silvina Sampastu, técnica responsable del área de la Fundación Gran Chaco, explica que el proceso de implementación de cada centro consta de cinco etapas: diagnóstico, accesibilidad, alfabetización digital, apropiación estratégica y sustentabilidad.
Hoy más de 107 mil personas de la región pueden acceder a internet como una herramienta de formación y de trabajo, algo que, como dicen Jéssica y Reyna, era impensado para las comunidades rurales y aisladas del Gran Chaco.
Esta es una iniciativa co-financiada por el Laboratorio de Innovación del Grupo BID – BID Lab y ejecutada por Fundación Avina en coordinación con Fundación Gran Chaco en Argentina; Fundación Nativa en Bolivia; Grupo Sunú y Sombra de Árbol en Paraguay.
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Imagen principal: NANUM Mujeres Conectadas.