GESTIÓN DEL RIESGO
Cómo prevenir los incendios forestales desde los municipios

Diferentes ciudades enfrentan desafíos similares respecto a las causas y efectos que provocan los incendios forestales en cada una de sus comunidades. Frente a esta realidad, algunos municipios crean estrategias para mitigar su impacto, que van desde la concientización comunitaria a la restauración de los ecosistemas naturales.

La primera vez que Danila estuvo cara a cara con el fuego fue en los incendios forestales que se produjeron en Sierras Chicas, en Córdoba, Argentina, en 2020. Un informe elaborado por el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) aseguró que, de enero a octubre de ese año, se relevaron 289.494 hectáreas quemadas en la provincia.

La última semana de septiembre de 2024 el fuego volvió a arder en las sierras cordobesas. Danila estuvo nuevamente frente a frente, piel a piel, con las llamas fuera de control. “Sentir el calor del fuego y oler el monte quemado no es algo que se pueda explicar fácilmente: duele, angustia y deja una sensación de impotencia muy grande”, describe.

Esta situación no se dio sólo en Córdoba. Múltiples territorios enfrentan desafíos similares respecto a las causas y efectos que provocan los incendios forestales en la comunidad. Frente a esta realidad, diferentes municipios crean estrategias para mitigar su impacto, que van desde la concientización comunitaria a la restauración de los ecosistemas.

Incendios forestales, Córdoba 2021. Imagen: Danila Pagano.

El fuego que modera y arrasa el paisaje

Antes de hablar de los incendios forestales, Agustín Mezzabotta, experto en Manejo del Fuego y Restauración Ambiental, reconoce al fuego como un elemento de la naturaleza. “Es un agente moderador del paisaje, que genera disturbios muchas veces necesarios para mantener la biodiversidad y el equilibrio de los ecosistemas”, explica. 

¿Qué cambió para que el fuego pase de ser un moderador del paisaje beneficioso para muchos ecosistemas terrestres, a ser un causal de grandes impactos negativos? Mezzabotta, miembro de la Fundación Bosques Nativos Argentinos, responde: “Por un lado, hay un cambio significativo en la relación entre el hombre y la naturaleza”. 

“Esos cambios traducidos en sistemas y procesos productivos, sobre explotación de los recursos naturales renovables y no renovables, cambios de uso del suelo. O mismo en un aumento exponencial de la población humana; sus formas y modos de vida fueron disociando en cierta forma la conexión del hombre con su entorno”, resalta.

incendios forestales
Acción de restauración ambiental. Imagen: Fundación Bosques Argentinos

Mezzabotta agrega que, por otro lado, estos cambios derivan o aceleran el cambio climático, generando condiciones favorables para que los incendios o fuegos sean de mayor intensidad y de comportamientos extremos o difícilmente controlables, como también sucede con inundaciones, huracanes o erupciones volcánicas entre otros. 

Los incendios forestales no dan tregua en la región. En lo que va del año, en Sudamérica afectaron más de cuatro millones de hectáreas en Brasil, Bolivia, Perú, Paraguay y Argentina. Desde hace meses, otros países de América Latina que están en la misma situación son Colombia y Venezuela, seguidos en menor medida por Ecuador, Chile y Uruguay.

Sobre las causas que generan los incendios forestales, Agustín Mezzabotta comenta que sus inicios pueden ser naturales, por ejemplo, producto de una tormenta eléctrica. “Sin embargo la mayoría de estos desastres (más del 95%) en los últimos tiempos son de origen antrópico, ya sean intencionales, accidentales o por negligencia”, especifica.

Ciudades que se anticipan al fuego

El calor y la sequía provocaron cientos de incendios en el norte argentino durante 2022. Con más de 800.000 hectáreas quemadas, Corrientes fue la provincia más afectada. Ignacio Maldonado Yonna, entonces secretario de Ambiente y Desarrollo Sostenible, contó a +COMUNIDAD las estrategias que impulsaron para prevenir futuros desastres.

“En la Municipalidad de Corrientes llevamos adelante una mesa de trabajo entre la Secretaría de Ambiente y de Infraestructura para no sufrir el impacto de los incendios. Se trabajó mucho en los diferentes espacios verdes, limpiando para reducir la mayor cantidad posible de material verde incendiable”, explicó entonces a este medio. 

Dentro de la estrategia se destacó la creación local de mapas de riesgo, operativos de acción rápida y esquemas de colaboración aceitados entre el sector público y privado. Sobre estas medidas que tomó el gobierno local, Maldonado Yonna señaló que esto derivó a que  “la ciudad sea mucho más resiliente ante este tipo de catástrofes”. 

Después de una serie de incendios forestales desoladores, la comunidad de El Soncoyo, en Costa Rica, decidió tomar acciones para revertir lo que había causado. Empezaron a reforestar la cuenca del río que atraviesa las fincas, preparar abonos orgánicos para darles vida y a frenar los incendios que ellos mismos causaban.

La Universidad Estatal a Distancia (UNED) inició el proyecto en 2018, para mejorar la cobertura de bosque y la capacidad de la fauna de moverse entre dos parques nacionales. Para lograrlo incluyeron en los planes a las y los funcionarios y usuarios de 40 comunidades ubicadas entre estas áreas silvestres protegidas estatales.

Si bien aún pasó muy poco tiempo para saber realmente cuál es el impacto en la comunidad durante los últimos años, aseguran que la calidad del agua ha mejorado. Además, comentan que el pasto de las llanuras se ha mantenido verde durante más tiempo, ha mejorado la calidad del aire y pasaron de los incendios a la reforestación.

Incendios forestales: el rol de los gobiernos locales

Especialistas coinciden en que el rol de los gobiernos locales es clave para la prevención y control de incendios. En esa línea,  Agustín Mezzabotta destaca la prevención como principal estrategia por impulsar. “Fomentando campañas de comunicación, concientización y educación a la comunidad sobre los incendios forestales”, comenta.

“Estas campañas deben estar dirigidas particularmente a las comunidades de mayor exposición a incendios de interfaces y productores del sector agro-forestal”, precisa. “Otras acciones son los sistemas de alerta temprana, ya que cuanto más rápida y eficiente sea la respuesta, aumentan las probabilidades de controlar el incendio”. 

Mezzabotta explica que el ordenamiento territorial y la planificación de las ciudades y su interfaz natural, rural y urbana, también son elementos clave para la prevención. “Permiten evaluar de forma previa los riesgos, amenazas y oportunidades de cada territorio, y la posibilidad de establecer planes de reducción de riesgos”, concluye. 

Lluvia de ideas: posibles soluciones

En los incendios de la última semana de septiembre en Córdoba, Danila Pagano combatió el fuego junto a la Brigada Forestal Isquitipe de la localidad de Río Ceballos. Hacía un tiempo que no lo hacía, pero ante la urgencia de ver que todo se estaba prendiendo fuego, le escribió a sus “compis” y se sumó como algo excepcional. 

Conversando con sus amistades, muchas de ellas brigadistas y guardaparques, le preguntó qué políticas públicas podrían sumar para prevenir los incendios forestales. “Educación ambiental, promoción de la vida en función al monte, capacitaciones en prevención de incendios forestales a brigadistas y bomberos voluntarios”, respondieron.

Entre otras respuestas que recibió se destacan: “Detección temprana, campañas de información, puntos vigías con gente y recursos para hacer un primer ataque rápido”. También fueron mencionados los mapeos de riesgos y el reconocimiento estatal a las brigadas comunitarias como un eslabón más de la cadena que previene estos desastres.

Incendios forestales
Incendios  forestales, Córdoba 2021. Imagen: Danila Pagano.

Participación ciudadana, clave para prevenir incendios

Los incendios forestales son fuegos que avanzan de manera descontrolada, y a su paso generan impactos ambientales, sociales y económicos negativos. Algunos de sus efectos son la pérdida del suelo y cobertura vegetal. También la destrucción del hábitat de animales y plantas y aumento de la emisión de carbono y gases de efecto invernadero.

Es importante como vecinos y vecinas tener en cuenta que muchos de estos desastres naturales se pueden prevenir, siendo más cuidadosos con el entorno que les rodea. Frente a esta problemática, la participación ciudadana puede ser fundamental para prevenir o reducir las posibilidades de incendios forestales, algunas formas de ayudar:

  • No arrojar material inflamable o encendido
  • No tirar basura
  • No hacer fogatas en espacios no autorizados
  • En caso de hacer una fogata, que sea en un sitio alejado de árboles, pasto y hojas secas. Evitar fumar alrededor y al finalizar apagar totalmente el fuego 

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Imagen ilustrativa de portada: Unsplash