¿Qué se podría hacer durante el tiempo que lleva realizar trámites en la Municipalidad? Al año, son horas y horas en las que se podría salir a caminar, a correr o simplemente mirar películas. ¿Cuántos árboles se podrían salvar y cuánta agua se podría ahorrar si se redujera el uso de papel en las gestiones? Con la mira puesta en mejorar la calidad de vida en las ciudades, estos fueron algunos ejemplos utilizados en el lanzamiento de una nueva edición del programa de Transformación Digital de la Red de Innovación Local (RIL).
A lo largo de 2023, Olavarría (Buenos Aires), Corral de Bustos (Córdoba), Roldán (Santa Fe), Gualeguay (Entre Ríos) y Yerba Buena (Tucumán) vivirán el desafío de sumar nuevas estrategias de digitalización en sus gestiones para ser más eficientes. A partir de algunas de sus cifras estimativas, se hicieron cálculos que miden el impacto que tendría sobre la población la digitalización de ciertas diligencias esenciales.
“Hicimos una dinámica en la que le designamos a las cinco ciudades participantes un trámite y medimos algunas métricas técnicas y cuántos minutos del día le lleva a la población ir y venir de la Municipalidad. También, según las hojas de papel que se utilizan, cuántos árboles y cuántos litros de agua requieren al año. Por eso es un tema alineado con los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS)”, explicó Hernán Contreras, coordinador de Ciudades Digitales en RIL.
Entre los trámites analizados en las cinco ciudades, se totalizaron 589 resmas de papel por año. Como cada una pesa 2,3 kilos, para obtener una tonelada se utilizan 15 árboles y 150.000 litros de agua. Por lo tanto, el impacto de esas cinco gestiones no digitalizadas es:
“Con el tiempo que le ahorraríamos a la gente, podría caminar o trotar para tener una vida más saludable. O podría utilizar ese rato para compartir unos mates con el agua que ahorramos. Y como no gastamos hojas, bajo la sombra de los árboles que no talamos”, reflexionó Hernán. Estos fueron los análisis ciudad por ciudad:
Corral de Bustos, Córdoba
Es una ciudad habitada por cerca de 11.000 personas. En ella, la gente “pierde” 10.000 horas al año -estimativamente- para realizar el trámite de habilitación del comercio (actividades profesionales). Es una gestión que utiliza 75 hojas de papel y le quita 1.200 minutos del día a la gente. ¿Qué podrían haber hecho sus ciudadanos en ese tiempo?:
Gualeguay, Entre Ríos
Con casi 58.000 habitantes, en esta ciudad la población ocupa aproximadamente 3.000 horas al año para realizar el trámite de Registro de Proveedores. Utiliza 11 hojas de papel, se realizan 500 al año y le “quita” 360 minutos del día a la gente. ¿Qué se podrían haber hecho con ese tiempo?:
Olavarría, Buenos Aires
Ubicada en el centro de la pampa bonaerense, la ciudad tiene más de 126.000 habitantes. En ella, la gente “pierde” unas 12.000 horas al año para realizar el trámite de Inscripción como Proveedor. Se utilizan 20 hojas de papel, se realizan 4.000 al año y significa 180 minutos del día de quienes lo hacen. ¿Cómo se traduce este tiempo en el ejercicio?:
Roldán, Santa Fe
Con cerca de 14.000 habitantes, se encuentra en el departamento de San Lorenzo. Aquí se estima que la población utiliza 228 horas al año para cumplir con la Habilitación del Comercio. El trámite consume 50 hojas de papel, se realizan 130 cada año y eso se traduce en 105 minutos del día de la gente. Siguiendo la dinámica, en tiempo se traduce en:
Yerba Buena, Tucumán
Ubicada a los pies del cerro San Javier, la ciudad se caracteriza por convivir con un ambiente selvático. Sus 102.000 habitantes dedican aproximadamente unas 30.000 horas al año para hacer la Licencia de Conducir. Se realizan 15.000 al año, consumiendo 120 minutos del día de la gente y 11 hojas de papel. ¿Qué se podría haber hecho con este tiempo?:
Trámites y la interacción ciudadano-municipio
“Muchas veces, en las áreas de Modernización, que son técnicas y trabajan puertas adentro, no se visibiliza el impacto que tienen sus innovaciones. Y el éxito final de su implementación no es sólo que los trámites estén andando, sino más bien devolver a la gente el tiempo que es lo más valioso que tenemos”, consideró el coordinador de Ciudades Digitales.
Según su criterio, la ciudadanía se puede dividir entre dos grandes grupos según su interacción con el municipio. Así, las burocracias tradicionales “muchas veces son aceptadas por quienes quieren ir en forma presencial a hacer una fila porque es un lugar de encuentro social”. Pero, por otro lado, están los nativos digitales “que quieren cumplir con sus obligaciones impositivas o tributarias desde su celular”.
“Cumplir con todos ellos es algo necesario, pero el hecho de poder implementar una solución que devuelva el tiempo a la gente que no quiere destinarlo a esos trámites tiene un impacto altísimo. Y por eso la analogía con los metros cuadrados de sombra y los litros de agua. Hablamos de calidad de vida”, concluyó Hernán.
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Redacción +Comunidad.
