loteos
Por Gabriela Pérez (*)
La casa propia es un sueño compartido por todo el mundo, sin importar la clase social o la edad. Personas adultas, en pareja o con familia, todas anhelan tener su propio hogar. En Armstrong, una ciudad ubicada al sur de la provincia de Santa Fe, Argentina, existen factores que dificultan el acceso al lote propio, como el alto costo de los terrenos disponibles para la venta, la dificultad de costear la construcción de una vivienda y alquiler de manera simultánea, entre otros.
Frente a esta problemática creciente, el municipio decidió tomar cartas en el asunto para encontrar una solución que le permita a los vecinos una alternativa accesible para la construcción de su vivienda. La respuesta llegó de la mano de la creación de loteos municipales.
En 2021 se anunció el Loteo Municipal I, un proyecto que aprovechó un terreno municipal de más de 15.600 metros cuadrados de superficie, dedicado hasta ese momento a la recreación. Se procedió entonces a su subdivisión, creando 40 lotes para aquellos que contaban con los requisitos para la inscripción. Luego se inició su venta, a un precio más accesible que el de mercado y con posibilidad de planes de pago.
El armado de un proyecto innovador
“La creación de políticas públicas para el acceso a la vivienda es un desafío de los gobiernos locales. Fue un compromiso y un precedente que marcamos en 2021 y que sostenemos aún hoy, luego del sorteo del Loteo Municipal 2 y en trámites para una tercera edición”, comentó Daniela Pérez, secretaria de Gobierno de la Municipalidad de Armstrong y líder en el proceso de desarrollo de la iniciativa.
Pérez explicó que, reconociendo la urgencia de facilitar el acceso a la tierra para la construcción de viviendas, se llevó a cabo una reorganización de los espacios disponibles, priorizando el uso de estos lotes para nuevos desarrollos habitacionales.
El proceso incluyó varias etapas legislativas, donde fue necesario presentar proyectos de ordenanza al Concejo Municipal para autorizar el uso de diferentes terrenos. Posteriormente, se procedió a la subdivisión de estos terrenos, asegurando que pudieran destinarse adecuadamente para la construcción de viviendas.
“Se destinaron partes para calles y otras para los lotes. Hubo que hacer obras de infraestructura para que estos lotes tuvieran acceso a todos los servicios y que, al momento de ser entregados a los vecinos, pudieran empezar a construir su vivienda propia”, especificó la funcionaria.
La colaboración intramunicipal detrás de los loteos
Teniendo en cuenta los pasos administrativos previos, resulta evidente la necesidad de un equipo técnico detrás de esta iniciativa. “Las áreas del municipio participaron de manera transversal en las etapas de este proyecto. Gobierno, Legales, Obras Públicas, Promoción Comunitaria e inclusive Hacienda elaboraron los planes de pago y gestionaron los fondos que nos permitan construir la infraestructura necesaria para el momento de la toma de posesión”, amplió Pérez.
Si bien el armado del proyecto de loteos partió de la Secretaría de Gobierno, las demás áreas tuvieron un rol fundamental para su ejecución. El área Legales se encargó del armado de la ordenanza y del cambio de dominio de los lotes. Obras Públicas diseñó la subdivisión de la superficie para sacar el mejor provecho de la superficie sin tener que achicar los lotes, de la gestión de los servicios y apertura de calles de ingreso. Por su parte, la Dirección de Promoción Comunitaria, la Secretaría de Hacienda y Gobierno llevaron a cabo la inscripción y verificación de cada uno de los legajos de los 178 inscriptos.
Luego del proceso burocrático, el gobierno local planificó un sorteo para acceder a los loteos. “La idea surge de la práctica usual en los planes nacionales y provinciales de vivienda, donde siempre se arma un padrón con los aptos y luego se sortean los lotes por lotería provincial o nacional”, indicó Pérez.
Para asegurar la transparencia, se realizó una inscripción abierta de tres meses donde la gente presentaba su documentación para poder acceder al lote propio. “El sorteo se llevó a cabo delante de todos estos participantes como testigos, una escribana y el equipo técnico encargado de verificar cada inscripción”, completó la secretaria de Gobierno de la Municipalidad.
El impacto en la comunidad
Sergio, una de las personas beneficiadas en el sorteo, cuenta que aún alquila una vivienda, pero ha comenzado a pagar las cuotas para acceder a la escritura de su lote. Una vez escriturado, planea utilizar un plan de la empresa donde trabaja su esposa para construir su casa a plazos.
“Tener nuestro lote propio, donde vamos a construir nuestra casa es algo inexplicable. Buscamos por aquí y allá, y en todo este tiempo nunca habíamos podido comprar un terreno”, relató. Consultado sobre cómo se enteró de la iniciativa, respondió: ”Lo vi en el Facebook de la Muni y esa misma tarde fui a preguntar cómo inscribirnos”.
Sergio, como muchos otros aspirantes al sorteo, habían participado en sorteos anteriores, sin suerte, de viviendas de programas provinciales. Pese a esto, al preguntarle, Sergio remarca que no hay que perder la esperanza, sino aprovechar las oportunidades y tener fe en que la suerte puede cambiar.
Nuevos loteos, nuevas oportunidades
En Armstrong, la implementación del Loteo Municipal I marcó un antes y un después en la política habitacional local. Este proyecto no sólo proporcionó una oportunidad real para quienes sueñan con una casa propia, sino que también sentó las bases para futuros desarrollos habitacionales. A través de un proceso transparente y participativo, se lograron avances significativos en la creación de nuevas oportunidades para los y las armstronenses que desean la construcción de su vivienda propia en esta ciudad.
El proyecto del Loteo Municipal I, seguido por el sorteo del Loteo Municipal 2 y los planes para una tercera edición, es una posibilidad de enfrentar el problema de la vivienda mediante políticas inclusivas y bien estructuradas. En última instancia, esta iniciativa no sólo busca brindar un lote, sino también alimentar la esperanza y la posibilidad de un futuro mejor para todos los habitantes de Armstrong.
(*) Esta nota se publica en el marco de la primera edición del Programa Periodismo de Ciudades, impulsado por +COMUNIDAD y la Red de Innovación Local (RIL).