SANTA ANITA, LIMA, PERÚ
Cuando el espacio público se convierte en motor del cambio

Un proyecto colaborativo entre el sector público, el privado y la comunidad está transformando espacios públicos en un distrito limeño, mejorando la seguridad, revitalizando la cultura y promoviendo la cohesión social.

espacios

Por Danila Pagano Bianchini,
Ciudades Innovadoras en RIL

El distrito de Santa Anita, ubicado en el este de Lima, Perú, es uno de los 43 distritos que conforman la capital del país y alberga a más de 230.000 habitantes. Este territorio, enclavado en el desierto costero del Pacífico, enfrenta múltiples desafíos urbanos, entre los que destaca la necesidad de mejorar la calidad de los espacios públicos, escasos en una zona donde apenas llueve 9 milímetros al año. 

A pesar del entorno árido, la comunidad valora enormemente las áreas verdes, alimentadas por la vital conexión al canal del río Surco, una antigua arteria acuática que en el pasado irrigaba tierras agrícolas y que hoy sigue siendo fundamental para nutrir los parques de 18 distritos. En este contexto, surgió una iniciativa que, en colaboración con la sociedad civil, una empresa privada y el municipio, busca recuperar y transformar los espacios públicos abandonados, mejorando así la calidad de vida de sus vecinos.

“Tenemos algo de verde, algunos árboles antiguos, y eso, en nuestra Lima del desierto, es un lujo”, comenta Anna Zucchetti, directora de la ONG Ciudad Viva. En comparación con otros distritos limeños, Santa Anita goza de una pequeña red de parques. Sin embargo, la mayoría de estos espacios públicos están abandonados o son inseguros, lo que afecta mucho la calidad de vida de sus habitantes.

Vista de Santa Anita, en Lima. Foto: Gobierno de Perú. 

En busca de espacios seguros

El distrito, en muchos sentidos, refleja la historia de Lima: un lugar donde las migraciones dejaron su huella con poblaciones que llegaron desde el Perú central en las décadas de los 40, 50 y 60, y hoy constituyen un crisol cultural súper rico en la zona. Además, cuenta con dos de los mercados más grandes de la ciudad –incluyendo el principal mercado mayorista–, haciendo de Santa Anita un eje de dinamismo económico y tránsito constante. 

Estas características presentan desafíos ineludibles en términos de seguridad y gestión de espacios públicos. Anna ejemplifica: “Uno encuentra grupos de jóvenes con sus parlantes cuando camina por los parques, plazas y a veces incluso las veredas, porque no tienen muchos espacios cómodos ni seguros. Están allí solos o acompañados de un profesor, ejercitando sus bailes tradicionales”.

La recuperación del Parque Manuel de la Torre

Con el objetivo de mejorar la calidad de vida en Santa Anita, Anna Zucchetti y su equipo participaron en el Programa de Innovadores Locales (PIL) 2023, diseñando una estrategia integral para la recuperación de espacios públicos. Un claro ejemplo de esta estrategia es la recuperación del Parque Recreacional y Jardín Botánico Manuel de la Torre.

Este parque, que alguna vez fue una loza deportiva descuidada y prácticamente abandonada, hoy es un espacio multifuncional gracias a la colaboración entre Ciudad Viva, la Municipalidad y la empresa Pepsico. “Gestionamos el financiamiento y rediseñamos el espacio, creando islas de biodiversidad y mejorando el verde”, señala Zucchetti.

Zulema de la Cruz, compañera de Anna, recuerda: “Había muchas problemáticas sociales. Partes del parque estaban muy deshabitadas y peligrosas; la gente evitaba pasar por ahí. El parque estaba en una zona roja de Santa Anita, y era importante dar un espacio digno de circulación”.

Hoy, el parque es un espacio más seguro, con juegos para niños, lo que activó el lugar para otro tipo de uso. “Incluso dejamos áreas verdes, plantamos nuevas especies y creamos caminos internos para generar recorridos”, añade Zulema. La intervención no solo resolvió problemas de inseguridad, sino que también integró a los camioneros que frecuentaban la zona, creando áreas donde pueden almorzar, transformando el lugar en una especie de “zona de camping” para todos. 

Además, cerraron una calle cercana para convertirla en peatonal y fortalecieron el comité de gestión del parque, conformado principalmente por mujeres vecinas. 

Vista del nuevo Parque Manuel de la Torre, abril de 2024. Foto: Ciudad Viva.

Un impulso a la cultura y el deporte

Un aspecto fundamental de la transformación en Santa Anita fue la revitalización cultural de los espacios públicos, con la danza como uno de los principales motores de cohesión social. “Muchos grupos que bailan danzas tradicionales del Perú no tenían espacios adecuados”, explica Zucchetti. Lo que antes era un lugar inseguro, hoy se transformó con una cancha que no sólo se usa para jugar al fútbol, sino también para practicar danzas, deportes y actividades culturales. 

Además, para reforzar la identidad a través de la danza folclórica, se organizó un festival que, además de generar cohesión social, también dinamizó el uso de los espacios recuperados. Estos eventos buscan ser replicables en otros barrios y promueven la participación comunitaria.

La colaboración entre el gobierno local, la asociación civil y la empresa multinacional mejoró la relación con los vecinos, que en el pasado tenían “miles de conflictos” con esta última. Hoy, esa relación se transformó gracias al proceso de co-creación con la comunidad que también pone en valor la articulación entre sector público y el privado. 

Actividades deportivas en el nuevo parque. 

Desafíos y soluciones por delante

A pesar de los avances, el camino no es fácil. Santa Anita sigue siendo un distrito con altos índices de inseguridad, especialmente en las zonas más alejadas del centro. Sin embargo, la visión de Ciudad Viva va más allá de la infraestructura. El equipo está desarrollando la Escuela Itinerante de Espacios Públicos, un programa que busca empoderar a los vecinos y a los funcionarios municipales para que participen activamente en la gestión de los espacios públicos.

Además, como parte de un enfoque sistémico, identificaron la necesidad de mapear los espacios públicos del distrito. “Nadie tiene un inventario, ni siquiera la Municipalidad”, comenta Zucchetti. En colaboración con una universidad local, el equipo adaptó el diseño de una aplicación que les permite cartografiar los espacios públicos. Hasta ahora mapearon 20 espacios entre un total de 374.

El éxito en la transformación del Parque Manuel de la Torre es solo el comienzo. Ya se identificaron seis posibles intervenciones más en otras zonas del distrito, y el equipo de Ciudad Viva está en busca de nuevas inversiones para llevarlas a cabo. Lo que antes parecía imposible, hoy es una realidad gracias a la colaboración entre todos los actores de la comunidad. Cuando la comunidad trabaja en conjunto, los cambios positivos son posibles.

Imagen de portada: preparación de danzas folklóricas en el nuevo Parque Manuel de la Torre. Foto: Ciudad Viva. Fuente: Ciudad Viva.