HACIA CAMBIOS SISTÉMICOS
Un mapa para conocer acciones que le dicen adiós al plástico en América Latina y el Caribe

Una empresa social y una organización civil elaboraron un informe para conocer iniciativas “desplastificantes” en diferentes países. Conocé soluciones para evitar los materiales de un solo uso y los resultados de un censo sobre la basura costera marina en Argentina.

Plástico en playas.

plástico


Por Florencia Tuchin, periodista
y directora de Otra Economía (*)

plástico

El plástico se inventó a fines del siglo XIX y se desarrolló en la primera mitad del siglo XX para ser un material impermeable, aislante y por sobre todas las cosas extremadamente resistente. Su enorme versatilidad permitió el reemplazo de otros elementos como la madera, el vidrio o el cuero, entre otros. Su bajo costo de producción generó que su uso se extendiera rápidamente y, hacia 1950, comenzó su producción a gran escala. Esto generó un fenómeno conocido como “boom del plástico” que produjo el reemplazo de lo reutilizable por lo descartable.

A pesar de las ventajas que conlleva la utilización del plástico, en la actualidad se evidencian las consecuencias de su uso abusivo a nivel mundial: presencia de microplásticos en las aguas, alimentos y organismos; costas llenas de residuos plásticos e islas de plástico kilométricas que flotan en los océanos; animales que mueren por la ingesta de este material, entre otros. A este fenómeno se lo conoce como “boomerang del plástico”, un término que mira de forma crítica el “boom” que suscitó este material siete décadas atrás. 

El principal impacto ambiental de los plásticos de un solo uso está relacionado con la incoherencia entre el tiempo de uso y su tiempo de degradación. Se calcula que los productos plásticos de un solo uso (vasos, envases para transportar comida, agitadores de bebidas, cubiertos y vajilla descartables), tienen un promedio de uso de 20 minutos. Y que aproximadamente el 42% de todos los plásticos producidos se han utilizado para packaging. Todos estos plásticos de un solo uso se convierten en desechos inmediatamente después de consumido el producto que contienen. Una vez en los vertederos, los artículos plásticos no se descomponen con facilidad. 

Getty Images.

Avanza la desplastificación

En un informe realizado por Unplastify y Potenciar se mapearon un total de 161 actores desplastificantes en 12 países: 120 del sector privado, 24 individuos y 17 del sector social. La mayor parte de los actores del sector privado son pequeñas empresas que ofrecen productos (botellas reutilizables, cepillos de dientes de bambú, etc) para reemplazar los plásticos de un solo uso.

Nueve de los doce países analizados cuentan con marcos regulatorios que promueven la desplastificación. Esto refleja un escenario favorable para el cambio hacia una cultura de consumo más sostenible. La concientización ambiental y el rechazo a los plásticos descartables empieza a ser cada vez más fuerte. Frente a este cambio en las preferencias de los consumidores las alternativas reutilizables se multiplican.

Un largo camino por delante

Aún no existe una hoja de ruta común entre los actores, lo que permitiría avanzar en una misma dirección de forma organizada y eficiente a nivel regional. Si bien la mayoría de los actores relevados tienen como estrategia principal la reducción de los plásticos de un solo uso y no su reciclaje, aún no está bien claro hacia dónde orientar el esfuerzo en materia de contaminación plástica.

La diversidad de actores e iniciativas desplastificantes en América Latina no se ve acompañada de una articulación entre ellas. Si bien hay una gran cantidad de actores, las soluciones no son diversas. De los 161 actores relevados, 127 ofrecen un servicio o producto como solución. Estos actores corresponden a emprendimientos pequeños que no están en condiciones de generar un cambio sistémico. La posibilidad de escalar sus proyectos de manera aislada es prácticamente imposible.

“La desplastificación es posible con cambios sistémicos en la oferta de productos y servicios. Contamos con un grupo de actores que revelan un ecosistema incipiente que parece crecer en el tiempo, tanto en esta región como en el mundo”, dice Agustina Besada, cofundadora de Unplastify, una empresa social, que tiene la misión de minimizar el uso de plásticos descartables en el mundo para combatir la contaminación plástica y regenerar los océanos. Enfocada en la prevención de residuos plásticos, Unplastify acelera procesos sistémicos y colaborativos desplastificantes con individuos, empresas, gobiernos e instituciones educativas. 

Argentina cuenta con más de 90 regulaciones de reducción y prohibición de plásticos de un solo uso en los distintos niveles de gobierno. En este país se relevaron un total de 22 actores desplastificantes. Es el país con mayor cantidad de actores registrados.


Tres soluciones para evitar los plásticos

En Argentina, se destaca “Cero Market”. Se trata del primer supermercado libre de envases de Argentina. Ofrecen productos a granel que los clientes pueden servirse usando bolsas reutilizables o envases propios que traigan de sus hogares. El sistema propone el cobro por peso. Además, trabajan junto a sus proveedores para reducir la huella plástica de los productos que reciben. Poseen 13 sucursales en todo el país.

En Brasil, “Garota Verde” fabrica sus propios productos desplastificantes (cepillos de dientes hechos con bambú, kit de cubiertos sustentables y sorbetes de metal) y comercializa productos desplastifcantes de otros emprendimientos. Además, realizan distintos tipos de campañas de educación ambiental y social para concientizar sobre la contaminación plástica, sus problemas y desafíos. Estos productos son comercializados a través de diferentes puntos de venta en locales fijos o ferias itinerantes.

En Chile, La “Fundación Basura” es un ejemplo de actor con “varias” soluciones. Consiste en una ONG que a través de la realización de eventos, asesorías a municipios, investigaciones, incidencias en políticas públicas ayuda a repensar nuestra relación con la basura. Esta organización lidera la campaña Refill (originaria de Reino Unido y conocida por su nombre en inglés City to Sea) en Chile. Esta campaña busca poner a disposición de los usuarios a través de una app puntos de agua potable donde rellenar botellas reutilizables de manera gratuita y asequible y así evitar la compra de agua embotellada en plástico de un solo uso. Actualmente, en la app también se pueden encontrar cafeterías donde acepten tu propio termo, restaurantes donde puedes retirar tu comida con tu propio envase, tiendas de alimentos a granel y tiendas de artículos de aseo a granel.

Tienda sin plástico.
“Cero Market” en Argentina. Foto: El Cronista.

Un censo provincial de basura costera marina

Durante los meses de septiembre y octubre de 2022 tuvo lugar la sexta edición del Censo Provincial de Basura Costera Marina, organizado por diferentes organizaciones de las principales ciudades costeras de la provincia de Buenos Aires (Argentina), en coordinación con más de 400 voluntarios. Con el fin de analizar la cantidad y el tipo de residuos que existen en la costa bonaerense, esta edición cubrió un área total de 410.864 m2 y contó con la colaboración de alrededor de 20 organizaciones del tercer sector y la sociedad civil.

Los resultados recopilados registraron un total de 35.741 residuos, de los cuales el 73,7% estuvo constituido por plásticos, lo que indica una vez más que son los residuos más abundantes de las costas. Los tipos de contaminantes plásticos que más se encontraron fueron: colillas de cigarrillo (26,4%), fragmentos plásticos (17,3%), envoltorios plásticos (13,5%), bolsas plásticas (11,7%) y tapitas (5,1%). En total se colectaron 6966 colillas de cigarrillos, un ítem que se repite todos los años entre los más abundantes.

Diversos estudios indican que cada colilla puede contaminar entre 8 y 10 litros de agua del mar y hasta 50 litros si se trata de agua dulce. Este residuo está compuesto principalmente por acetato de celulosa, un material no biodegradable encargado de absorber las sustancias tóxicas del humo de tabaco, que puede tardar hasta 10 años en descomponerse y libera unas 15 mil fibras sintéticas al ambiente.

Todo tipo de especies

Por su parte, los tipos de residuos de origen urbano encontrados en los ambientes costeros de la provincia de Buenos Aires difieren de aquellos que contaminan las costas patagónicas. Según los censos de residuos realizados por la Fundación Vida Silvestre, en el marco de las actividades desarrolladas por la Mesa Técnica de Residuos Costeros de la provincia de Chubut, más del 50% de los residuos son producto de la actividad pesquera. Los principales hallazgos en la Península Valdés corresponden, en su mayoría, a cajones de pescado, sogas, redes, y varios tipos de envases y embalajes plásticos vinculados con esta industria.

Los residuos plásticos afectan al menos a 32 especies marinas: desde plancton hasta mamíferos marinos (como ballena franca austral, delfín franciscana, lobos y elefantes marinos), pasando por aves marinas (albatros, petreles, gaviotas y pingüinos) hasta tortugas (como la tortuga verde), sin dejar afuera peces (pejerrey, anchoa de banco, pescadilla real y de red, corvina rubia) e invertebrados (como cholga y mejillón), así como a una variedad de organismos marinos. En Argentina, el 90% de las tortugas marinas atendidas en la Fundación Mundo Marino tiene plástico en su estómago o intestino.

Plástico en el mar.
Basura marina, en su mayoría formada por plásticos. Foto: Infobae.

Un barco laboratorio que busca eliminar la polución plástica

En el diario El País, se contó la historia de Plastic Odyssey, una iniciativa que se trata de un barco laboratorio que zarpó el septiembre pasado del puerto de Marsella, en el sureste de Francia, para recorrer 30 puertos de África y América durante tres años. Durante el trayecto, se van a hacer escalas para educar a los jóvenes en las técnicas de la reducción y reciclaje del plástico y ayudar a los emprendedores locales a desarrollar sus ideas y convertirlas en empresas.

Al timón de esta aventura marítima se encuentra Simon Bernard, un joven francés oficial de la marina mercante de formación, que decidió invertir sus esfuerzos en los océanos. La idea le vino en una escala en Dakar, Senegal, en el 2016, donde se sorprendió con la cantidad de polución de plástico y a la vez del ingenio de las personas para reciclar y recuperar cualquier tipo de residuo. Se dijo a sí mismo que si las tecnologías de reciclaje, reservadas a unos pocos, fueran de dominio público, no sólo desaparecería la contaminación, sino que además se generarían muchos empleos.

(*) Otra Economía es una newsletter que tiene el propósito de generar conversaciones en torno al triple impacto, la economía circular, el emprendedurismo social y las finanzas inclusivas. 

Imagen principal: Censo Provincial de Basura Marina, Buenos Aires, Argentina.