GODOY CRUZ, ARGENTINA
Sumar empresas sostenibles, una llave para que las ciudades alcancen la neutralidad del carbono

Buscando un equilibrio entre dimensiones sociales, ambientales y económicas, el municipio mendocino impulsa un programa que fomenta y distingue las prácticas sostenibles del sector privado. Según sus acciones, las empresas obtienen distintos tipos de beneficios impositivos y de difusión.

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Godoy Cruz (Mendoza, Argentina) es reconocida por estar a la vanguardia en políticas ambientales de alto impacto. Integrante de la Red Argentina de Municipios ante el Cambio Climático (RAMCC), fue la primera ciudad del país en sumarse al Plan Carbono Neutral 2030. De esta manera, la mayoría de sus acciones deben tender hacia la disminución de los gases de efecto invernadero. 

Con ese horizonte definido, el departamento mendocino impulsa decenas de proyectos para combatir la crisis climática. En la actualidad, sus 200.000 habitantes utilizan energías limpias en algún momento del día gracias a la instalación generalizada de paneles solares en espacios públicos. Además, pueden viajar en medios de transportes sustentables, separar residuos y obtener beneficios si construyen con criterios ecológicos.  

A pesar de todas las medidas públicas, en la Municipalidad surgió una inquietud: para alcanzar la neutralidad del carbono, era necesaria una mayor participación de las empresas. Casi en simultáneo, entre 2020 y 2021 dos iniciativas se pusieron en marcha para incentivar que el sector privado pueda multiplicar sus aportes ambientales y sociales. 

Plaza solar en Godoy Cruz.

Sellos para las empresas sostenibles

“Diseñamos un programa que invita de manera voluntaria al sector productivo a ser protagonista de los cambios que el mundo necesita. Buscamos apoyar a quienes estén dispuestos a acreditar prácticas sostenibles al interior de su organización, mediante un sistema de identificación (sellos), el cual les permitirá obtener beneficios y mostrarle a los vecinos por qué son sostenibles”, explicó Matías Ubiria, funcionario en la Dirección de Educación y Empleo en Godoy Cruz. 

Esa primera iniciativa, que surgió en el marco del Concurso de Innovadores Locales 2020, se propuso “fomentar una economía segura, justa y sostenible, con piso social y techo ambiental” en la ciudad mendocina. Al efectuar las averiguaciones pertinentes, el equipo detectó que casi el 70% del sector productivo local ya realizaba, sin saberlo ni planificarlo, al menos alguna práctica sostenible. Además, observaron que la población prefería elegir bienes y servicios que adopten criterios sostenibles. 

Desde la Dirección de Ambiente y Energía, por otro lado, también habían decidido involucrar a las empresas en los compromisos ambientales de la Municipalidad. Así, en octubre de 2021, surgió la “Alianza público-privada frente al cambio climático” con el objetivo de acelerar el camino hacia la neutralidad del carbono mediante modelos de producción sostenibles.

“Con los dos procesos en simultáneo, decidimos formalizar la idea del sello y avanzar en forma conjunta (entre ambas Direcciones). Así, las empresas se pueden comprometer a desarrollar actividades que hagan frente al cambio climático, como medir sus huellas de carbono y hacer una gestión eficiente del agua y la energía”, desarrolló Mercedes Ordoñez, jefa del Departamento de Gestión Integral del Cambio Climático. 

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Sellos del programa “Empresas Sostenibles”. 

Reconocimientos al triple impacto

Tras la aprobación de una nueva ordenanza, la Municipalidad inició el reconocimiento de las prácticas sostenibles para las empresas. Utilizando una calculadora ambiental, se empezaron a medir sus acciones en dimensiones ambientales, de desarrollo económico y de desarrollo humano. Según sus niveles, las compañías obtienen una categoría de “Empresa Sostenible de Godoy Cruz”.

“Vimos la oportunidad de generar una certificación municipal exigente, transparente pero también accesible, dando acompañamiento personalizado a las empresas que quieran asumir el compromiso”, contó Ordoñez. La funcionaria aclaró que los emprendimientos pequeños que tiendan al triple impacto también pueden ser parte, adaptando las acciones según sus posibilidades.

Los beneficios, dependiendo de las categorías obtenidas, pueden ser descuentos impositivos para los derechos de Inspección y Control de Seguridad e Higiene, Industria, Actividades Civiles, y de Publicidad y Propaganda. Además, las empresas pueden ganar reconocimiento y difusión institucional. 

“Hemos hecho la mayoría de las acciones que se pueden hacer desde el sector público y ahora necesitamos la colaboración privada para que cada uno, desde su empresa, pueda desarrollar una estrategia para hacer una reducción de emisión de gases de efecto invernadero importante”, dijo Tadeo García Zalazar, intendente de Godoy Cruz, durante la firma de la declaración ambiental en 2021. 

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Imagen principal: Google