solmáforo
Enrojecimiento, quemaduras, arrugas, resequedad y hasta enfermedades relacionadas con la exposición solar como el cáncer de piel o el lupus, son algunos de los daños que produce en la piel la radiación ultravioleta, comúnmente conocida como “rayos UV”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que en 2020 se diagnosticaron más de 1,5 millones de casos de cáncer de piel en el mundo, asociados a la exposición de rayos uv, ya sea del sol o de fuentes artificiales, como pueden ser las camas solares.
Frente a esta situación muchas ciudades están implementando el solmáforo, una herramienta para saber los niveles de radiación UV, tomar medidas de protección y evitar riesgo de enfermedades relacionadas.
¿Qué es un solmáforo y cómo funciona?
El solmáforo es un semáforo que mide los niveles de rayos UV y ofrece una señalización visual clara y fácil de entender. Se trata de un panel con cinco colores que indican el tiempo recomendado de exposición al sol, esta herramienta se adapta a diferentes escenarios: espacios públicos, instituciones educativas, balnearios, clubes, fábricas y construcciones.
El índice ultravioleta solar mundial de los solmáforos fue elaborado por la Organización Mundial de la Salud, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Organización Meteorológica Mundial y la Comisión Internacional para la Protección contra las Radiaciones No Ionizantes.
Su tecnología modular permite agregar sensores adicionales para medir otros parámetros ambientales, como pueden ser la humedad, la presión atmosférica o la contaminación del aire, y también la visualización numérica de la temperatura.
Además permite obtener los valores de la red de sensores, lo que facilita a gobiernos, instituciones y empresas la recopilación y análisis de datos de radiación UV, para gestionar decisiones específicas a partir de esos datos.
El solmáforo además puede ser usado por aplicaciones externas, esto permite que sus usuarios accedan a la información de manera sencilla, tengan un registro histórico, visualización en apps y webs y creen alertas para niveles de rayos UV.
Ciudades con solmáforos
El Complejo Punta Mogotes, ubicado en Mar del Plata, Argentina, comenzó la temporada de verano con la presentación de un solmáforo, una iniciativa que su administrador, Fernando Maraude, destacó como: “Una medida para concientizar”.
“Con el solmáforo, marplatenses y turistas podrán tomar decisiones informadas sobre la protección solar: como usar protector solar, permanecer en la sombra de acuerdo al índice de radiación y utilizar ropa adecuada”, explicó Maraude a los medios locales.
El solmáforo se instaló a mediados de 2023, en el marco de la creación del Parque Ambiental de Punta Mogotes, en donde además se plantaron 330 especies nativas bonaerenses, dos Puntos Verdes, dos estaciones solares para carga celulares.
La Municipalidad de Godoy Cruz, en Mendoza, también implementó el solmáforo. Lo llama “tótem”. A través de este dispositivo electrónico informan el nivel de calidad de aire, la intensidad de los rayos ultravioleta, la temperatura, humedad y la hora.
Los tótems de Godoy Cruz están ubicados de forma estratégica, en cada ingreso al departamento, y tienen la particularidad de estar vinculado con el Servicio Meteorológico Nacional, por lo que actualiza en tiempo real las alertas meteorológicas.
Solmáforos como campañas de prevención
Los solmáforos no sólo se encuentran en Argentina, en las ciudades colombianas de Cartagena, Pereira, Cali, Medellín y Pasto instalaron sus primeros solmáforos en 2018. Lo hicieron en el marco de una campaña nacional de salud pública, de protección y prevención.
La Fundación Piel con Vida de Hermosillo, una ciudad del estado de Sonora, en México, colocó su primer solmáforo previo a la pandemia por Covid-19. Fue como parte de una campaña de visibilización del cáncer de piel, que contó con otras acciones afines.
En las playas Tres Picos, Makaha, Redondo y La Estrella, al igual que en los parques Central, Del Amor, Isaac Rabín y María Reich del municipios de Miraflores, en Perú, También cuentan con solmáforos para concientizar sobre el cuidado de la piel.
El solmáforo, una solución chilena
Chile es uno de los países pioneros en el desarrollo de medidas para prevenir los peligros que produce en la piel la radiación ultravioleta. En 2004 un grupo de socios del Consorcio Teccia y Optoelectrónica Icalma, crearon un indicador de rayos UV-B.
Con el apoyo de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), Tomás Santibáñez y Ernesto Gram idearon esta herramienta que, a diferencia de otras que ya existían, esta acercaba información fácil de comprender para el público en general.
Los primeros municipios que contaron con un solmáforo en Chile fueron Coquimbo, Pudahuel, Estación Central, Quilicura, Ñuñoa, Chillán, Concepción, Futrono, Puerto Montt, Ancud y Coyhaique, en lugares como centros, playas y obras en construcción.
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Imagen principal: Unsplash.