Crear más de mil puestos de trabajo hasta marzo de 2023, conjugando restauración ambiental, perspectiva de género y el fortalecimiento de organizaciones sociales. Este es el objetivo del programa “Sembradoras por la ReactivAcción”, creado por el gobierno de Bogotá (Colombia) para ayudar a superar la crisis derivada de la pandemia de coronavirus.
La política está liderada por la Secretaría de Ambiente local, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). También cuenta con el apoyo técnico del Jardín Botánico de Bogotá, que aporta los conocimientos ecológicos necesarios para los trabajos.
Con una inversión de más de $14.000 millones de pesos colombianos, el programa consiste en aumentar las capacidades de acción de unas 20 ONGs ambientales. Así, el propósito es que puedan generar empleos verdes mediante actividades enfocadas en el cuidado ambiental. El proyecto incluye la recuperación de la estructura ecológica de Bogotá, gracias al impulso de líneas concretas relacionadas con el manejo y el control de especies invasoras. Además, apuntan hacia el mantenimiento de huertas urbanas en las rutas agroecológicas de la ciudad y la jardinería en espacio público.
“Sembradoras por la ReativAcción” forma parte de la iniciativa “Mujeres que Reverdecen”, también centrada en aumentar las oportunidades laborales de la población femenina y restaurar la naturaleza en la ciudad. “Son mujeres cuidadoras que tienen la oportunidad de relevarse de esa carga de cuidado que han tenido sobre sus hombros, y reciben una transferencia monetaria. Están haciendo huertas, jardines, mantenimiento, siembra a lo largo y ancho de Bogotá”, valoró la alcaldesa, Claudia López.
Trabajo y amor por la naturaleza
A principios de 2022, se seleccionaron las organizaciones comunitarias de Bogotá que hoy reciben la Subvención de Bajo Valor (SBV). Así, mediante apoyo financiero no reembolsable y capacitaciones técnicas, avanzan en la promoción de la recuperación económica de la ciudad por medio de la generación de 1.070 empleos verdes hasta marzo de 2023.
Las ONG que quisieran participar debían presentar un proyecto enmarcado en líneas de trabajo específicas: ๏ Control y manejo de especies invasoras; ๏ Mantenimiento de jardinería en corredores de alto flujo; y ๏ Trabajo en huertas urbanas en rutas agroecológicas e instituciones educativas distritales.
“La idea de esta estrategia es fortalecer a las organizaciones ambientales, de tal modo que creen empleos que les den ese respaldo a las mujeres que han sido afectadas gravemente por la pandemia. Muchas de ellas venían de otros procesos ambientales, pero trabajaban en otros temas distintos y han tenido, a través de este proceso, una sensibilización, un acercamiento y un amor por los recursos naturales y las áreas verdes”, observó Carolina Urrutia, secretaria de Ambiente de la capital colombiana.
“Estos jardines y huertas están generando nuevos ingresos y fortaleciendo el tejido social de las comunidades que se han visto particularmente afectadas por la pandemia, al mismo tiempo que ayudan a que los espacios públicos de Bogotá sean más accesibles para las comunidades. No solo contribuimos a la reactivación económica sostenible, sino que generamos capacidades en las personas que hacen parte del proyecto para que puedan acceder a oportunidades de empleo en el largo plazo”, aportó Elisa Zogbi, directora de la Oficina de Respuesta e Integración de la Población Migrante de USAID/Colombia.
Avances y objetivos alcanzados
Hasta ahora, “Sembradoras por la ReactivAcción” está centrado en 14 localidades: Usaquén, Chapinero, Santa Fe, San Cristóbal, Usme, Ciudad Bolívar, Tunjuelito, Kennedy, Teusaquillo, Barrios Unidos, Engativá y Suba. En estas zonas, se ha planteado la meta de remover 46,61 hectáreas de retamo espinoso, una especie invasora peligrosa. Hasta ahora, ya han intervenido más de 35 hectáreas.
Además de avanzar con esa restauración ecológica del ecosistema nativo, ya se han mantenido más de 20.000 metros cuadrados de jardineras en zonas de alto flujo vial. Y han trabajado con unos 5.000 árboles ubicados en espacios públicos en las localidades de Engativá, Tunjuelito y Bosa. Para la línea de mantenimiento de huertas urbanas, se alcanzó la meta de fortalecer 21, las cuales se han manejado bajo un enfoque agroecológico, que busca sistemas de producción sostenibles con el menor impacto ambiental.
“Estas son las cosas que inspiran en Bogotá, y con las que tenemos que ayudar a inspirar a otros también”, reflexionó la alcaldesa, Claudia López. Según la mandataria, la ciudad necesita un “siglo de reverdecimiento” y, para lograrlo, el instrumento de más largo plazo ideado es el Plan de Ordenamiento Territorial.
“Es una satisfacción muy grande hacer parte de este proyecto. Sentimos el apoyo que nos ha brindado el Distrito para que hoy sea una realidad. Un proyecto con el cual soñábamos en el que la mujer interviniera en el ambiente. Esto significa que nosotras vamos a ayudar para que la tierra nos siga dando nuestros frutos hermosos”, comentó Amanda Rodríguez, directora de la Fundación Fungénero, una de las organizaciones beneficiadas.
