AMBIENTE
Reciclar a domicilio: una idea que logra mejorar las condiciones de trabajo en Berriozábal, México

Las mujeres de Berriozábal, en el estado de Chiapas, son las protagonistas de Recicladoras a domicilio, un proyecto de triple impacto que cada vez da mejores resultados.

Son las once y cuarto de la mañana, Aracely acaba de llegar al centro de acopio con la basura que recolectó temprano. Le toca separar, pesar y vender los residuos sólidos. Después va a volver a su casa, atender las labores cotidianas, estar con sus hijos y descansar hasta el otro día, la mujer cuenta que sus jornadas siempre son así. 

“Me levanto temprano, a las cuatro de la mañana, tomo el café, dejo limpia la casa y a las cinco de la mañana ya salgo con el carrito a juntar”, relata Aracely sobre su día a día. “Yo siempre salgo con mi papá y mi mamá porque vivimos juntos. Cuando llegamos a una de las esquinas en donde sacan la basura, levantamos todo y lo llevamos al centro”.

Tiene cuarenta y tres años, desde los veinte se dedica a recolectar basura. Quienes le enseñaron el oficio fueron sus abuelos, al igual que a toda la familia que hace lo mismo. Hoy Aracely forma parte de Recicladoras a Domicilio, una iniciativa que propone mejorar las condiciones laborales y la calidad de vida de las mujeres recicladoras.

Dignificar el trabajo de las recicladoras

Berriozábal es una ciudad de más de 36 mil habitantes, está ubicada en la zona metropolitana de Tuxtla Gutiérrez, en la capital del estado de Chiapas, en México. Yonalli Hernandez Avila, Secretaria de Medio Ambiente del Gobierno Municipal de Berriozábal 2021-2024 , cuenta que hasta 2022 la gestión de la basura fue un problema. 

“Desde la administración pasada teníamos la intención de empezar a separar los residuos en orgánicos e inorgánicos, pero con la pandemia fue imposible hacerlo. Entonces en esta administración trazamos una estrategia para evaluar cómo disminuir los residuos que llegaban al centro de disposición final”, explica Hernández Avila. 

Pero se encontraron con una dificultad entre la población y las recicladoras de base, a quienes las llamaban despectivamente como “pepenadoras”, que tuvieron que tratar. “Me propuse concientizar a la población y transmitirles que el trabajo que realizan estas personas es importante, porque nos ayuda a ahorrar dinero y cuidar el medioambiente”.

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Ubicación de Berriozábal, Chiapas, México. Imagen: Google Maps.

El primer paso que dio el municipio fue hacer un autodiagnóstico sobre quiénes eran recicladores a domicilio, para beneficiar a las personas que ya se dedicaban a eso. La funcionaria cuenta que en principio mapearon recicladores en general, pero después decidieron sólo enfocarse en la población de mujeres que ejercía este oficio.

El segundo paso fue aliarse con Ecocyc, una empresa local de gestión de residuos, y Aytic, una consultora social, para implementar el programa Recicladoras a Domicilio. Éste es una iniciativa de Latitud R, una aceleradora de negocios de economía circular inclusiva, que busca transformar la gestión de los residuos en América Latina. 

“El resultado más visible es la dignificación del trabajo de las recicladoras: verlas con uniformes, triciclos y herramientas para trabajar seguras”, dice Yonalli Hernández Avila. “Si bien aún nos falta concientizar a gran parte de nuestra población, esta iniciativa camina a consolidarse como una política pública transversal”, agrega la ex secretaria. 

De pepenadoras a recicladoras

Aracely cuenta que ser parte de esta iniciativa le cambió la vida: “Antes las personas en la calle nos insultaban, nos regañaban porque andábamos revolviendo toda la basura. Pero ahora que tenemos nuestro uniforme, triciclo y un lugar a donde llegar y entregar los residuos, tocamos la puerta y las personas nos abren y dan el material en la mano”.

La mujer confiesa que es un trabajo sucio y duro, antes de que el municipio impulse la separación de residuos se encontraban con animales muertos y vidrios en la basura. “Hoy ya no tiran todo eso a los desechos y eso nos ha evitado cortarnos los dedos y las manos, sufrimos bastante la verdad antes de este proyecto”, detalla la recicladora.

“Nuestro trabajo siempre ha sido humilde y menospreciado, entonces cuando esta gestión viene a querer hablar con nosotras no queríamos saber nada, no les creíamos. Cuando vimos que al primer grupo de mujeres les llegó el apoyo dijimos le entramos, y hasta ahorita estamos con ellos, no les fallamos, chambeamos a diario”, agrega. 

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Entrega de material de trabajo. Imagen: Municipio de Berriozábal.

En México se generan 102 mil toneladas de basura diaria. 5 mil toneladas corresponden al estado de Chiapas, se estima que el 76% de todos estos residuos son aprovechables. Dentro del programa Recicladoras a Domicilio se acopian entre 8 y 10 toneladas de diversos materiales recuperables, como plásticos, papeles, cartones y telas. 

Alejandro Hernández Camas, Director Operativo de Ecocyc, cuenta que ser parte de esta iniciativa les ayudó a ver el impacto que tiene el reciclaje inclusivo en la ciudad. Pero sobre todo, el valor que le aportan estas treinta y tres mujeres: “Al hacer el recorrido con ellas te das cuenta de que es un trabajo bien pesado pero bien noble”.

Por su parte Yonalli Hernandez Avila espera que esta iniciativa sea una política pública que se consolide y trascienda a futuro. Pese a los cambios de gobierno que sucedan. “El éxito de esta iniciativa radicará en el empoderamiento de las recicladoras. Es decir que cuando llegue una nueva gestión, ellas digan qué necesitan para impulsar su trabajo”. 

Una iniciativa con perspectiva de género

Danna Maza, Directora de Aitik, cuenta que desde la consultora se encargaron de diseñar las capacitaciones y acompañamiento a las recicladoras del municipio. “Empezamos con aspectos muy básicos como liderazgo, trabajo en equipo, toma de decisiones y delegación de responsabilidades”, comenta la especialista en género.

El principal desafío fue que todas estas mujeres trabajaban por separado. Y había mucha rivalidad entre ellas, entonces tenían que ajustar a diario el contenido de los talleres. “Cada grupo recibió, en tres meses, ocho capacitaciones de habilidades blandas, que permitió hacer la selección de la primera generación de recicladoras”, explica Maza.

Finalmente lograron que estas mujeres “abrazaran sus liderazgos y se sientan orgullosas de pertenecer a un proyecto dentro de la comunidad”, comenta la directora. Pero dice que lo más lindo fue ver como ellas mismas contaban que cuando se encontraban se peleaban. Y ahora aunque cada quien siga haciendo su ruta se encuentran, se saludan, se acompañan, se dan seguimiento la una de la otra. 

Capacitaciones a cargo de Aytic. Imagen: Municipio de Berriozábal.

Desafío y perspectiva a futuro

Esta iniciativa profesionalizó el oficio de Aracely, Fluvia, Margarita, Fabiola y Lorena, algunas de las recicladoras a domicilio, que impulsan el reciclaje en Berriozábal. “La ciudad cambió bastante, antes por todos lados había basura. Tmaban un refresco o cerveza y lo tiraban en las calles. Ahora vemos que no sucede tanto”, cuentan. 

“Nos está costando generar una apertura para que los ciudadanos separen bien su basura. El éxito de esta política pública es que cada uno haga lo que le corresponde. Este modelo es exitoso en cuanto a que ya hay recicladoras que trabajan a domicilio. Pero también siguen buscando residuos en la basura”, reflexiona la funcionaria. 

En cuanto a los desafíos y perspectivas a futuro de esta iniciativa, Yonalli Hernandez Avila expresa que ese punto es en el que hay que seguir trabajando desde el gobierno. “Queremos que llegue el día en que las recicladoras sólo lleguen a las casas particulares y ya no tengan que buscar en la basura”, concluye. 

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Imagen principal: Ecocyc