seguridad
Una baraja de cartas anima a los y las neoyorquinas a compartir su mirada sobre cómo lograr que la vigilancia policial en la ciudad sea más justa y segura para la comunidad. A través de preguntas breves y sencillas como “un policía te detiene en tu barrio, ¿qué haces?”, se invita a la ciudadanía a compartir su historia y escuchar la de los demás.
Listening NYC es una campaña de La Unión de Libertades Civiles de Nueva York (NYCLU) e IDEO, que promueve la escucha y el diálogo en torno a la vigilancia policial. Esta iniciativa surgió antes de las elecciones de 2017, a la alcaldía de la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos, para que los y las votantes se involucraran en este tema.
La acción partió de una premisa: “Las conversaciones transformadoras ocurren cuando las personas se sienten lo suficientemente seguras como para escuchar y hablar”. Esa es la forma que encontraron para fomentar la reforma de políticas alrededor de la cultura policial en la ciudad, a través del diálogo entre vecinos, políticos y policía.
Salas de escucha, la apuesta de Nueva York
Para lograr que las personas se detengan a escuchar y conversar, NYCLU e IDEO crearon una instalación temporal llamada Listening Room, o en español, Sala de Escucha. Es un espacio itinerante con mesas, sillas, dos paredes que ofrecen cierto grado de intimidad y dos lados abiertos que generan una sensación de seguridad psicológica.
Además del diálogo cara a cara, la sala de escucha cuenta con una radio que reproduce historias de personas de diferentes barrios de los cinco distritos que tiene Nueva York. Al girar el dial, los y las visitantes reconocen los encuentros con la cultura policial de otros neoyorquinos, incluidos dos oficiales del Departamento de Policía de Nueva York.
Para convertir las palabras en acciones, también se invitaba a enviar una postal al alcalde, con algunas propuestas políticas ya preparadas, a través de una urna electoral especial. A partir de esta iniciativa, La Unión de Libertades Civiles de Nueva York entregó más de dos mil cartas al ex alcalde Bill de Blasio, cuando fue reelegido a finales del año 2017.
ToNite, un proyecto para mejorar la seguridad ciudadana
En la ciudad de Turín, en Italia, vieron que la creciente vida nocturna aumentaba los niveles de ruido, consumo de alcohol en público, y en consecuencia, peleas callejeras. La mayoría de las llamadas realizadas a la policía local, se relacionaban con disturbios (39,16%), vandalismo (22,51%), conflictos (5,54%), o daños a espacios públicos (60,4%).
A esta situación, además se le agrega que en la ciudad, el río Dora atraviesa barrios vulnerables, en donde la percepción de seguridad nocturna entre habitantes es baja. Según funcionarios locales, estas comunas enfrentan desafíos de seguridad adicionales, debido a comportamientos disruptivos más frecuentes.
Por eso la Unión Europea implementó el proyecto ToNite, que busca mejorar la seguridad urbana, a partir de actividades sociales, culturales y económicas. Con esta iniciativa, Turín cofundó 19 proyectos comunitarios locales, destinados a mejorar las condiciones de vida en los barrios ubicados a lo largo del río Dora.
Barrios más seguros, de día y de noche
Entre las iniciativas se encuentran eventos culturales y deportivos como “Amanecer en Movimiento”, que propone un calendario semanal de deportes nocturnos al aire libre. También otras atracciones como “Lunadora”, una radio web itinerante, administrada por jóvenes locales, artistas e inmigrantes que invita a compartir historias cotidianas.
También crearon itinerarios para descubrir lugares escondidos, a través de talleres de fotografía, encuadernación, reciclaje creativo y recitales de música en vivo entre otros. Además de las actividades culturales y de entretenimiento, existen otras actividades que buscan desarrollar el civismo y fomentar el cambio de comportamiento local.
Por ejemplo, el proyecto “Scandaglio”, o Escándalo en español, involucra a niños, niñas y adolescentes para que cuiden mejor los patios de las escuelas y espacios públicos. Gracias a la transformación de las zonas a lo largo del río Dora, sus habitantes hoy dicen que pueden experimentar una identidad vecinal más positiva, segura y compartida.
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Imagen principal: IDEO
