automatización
Por Florencia Tuchin, periodista
y directora de Otra Economía (*)
automatización
A inicios de 2023, estuve recorriendo San Francisco, la primera ciudad estadounidense en la que se puede tomar un taxi autónomo, es decir, un auto que no conduce ningún ser humano. Tras este viaje, es inevitable pensar en el futuro del trabajo y el impacto de la automatización en el mercado laboral.
Manejar en esta ciudad de California tiene sus particularidades. Conocida por sus calles empinadas, cuenta con vehículos sin conductores que comienzan a expandirse y a hacerse visibles. Estos autos llaman la atención por el sistema de cámaras y sensores que tienen incorporados, y porque de vez en cuando frenan el tránsito por alguna falla técnica. Aquí puede verse un video sobre cómo funcionan.
San Francisco es un centro de innovación en el transporte. Fue aquí donde se puso en marcha el primer sistema de teleféricos. Fue aquí donde los ingenieros construyeron el puente colgante más largo de su época, el Golden Gate, una estructura que mantuvo el récord durante casi 27 años. Y es aquí, ahora, donde se está explorando la potencialidad de los autos sin conductores.
Los obstáculos en el mercado
Desde junio de 2022, el estado de California permite que vehículos totalmente autónomos recojan pasajeros con un servicio similar al de los taxis, pero sin conductor humano al volante. La primera empresa en recibir un permiso para el programa piloto fue Cruise, filial del gigante automovilístico estadounidense General Motors.
La firma cuenta con vehículos que poseen una batería de 65 kW y tienen una autonomía cercana a los 400 kilómetros. Toda flota es totalmente eléctrica y el viaje se solicita a través de una app. La segunda empresa con permiso es Waymo, la unidad de conducción automática de Google. Amazon también incursiona en este segmento a través de Zoox, la cual se incorporó al gigante tecnológico en 2020. La flota actual de prueba está compuesta por camionetas SUV. El servicio busca implementarse inicialmente en San Francisco y Las Vegas.
El proceso no es lineal y tiene múltiples obstáculos. Tras ciertos incidentes con los coches sin conductor, la ciudad está intentando frenar la expansión de los robotaxis. Muchas veces se detienen en medio de la calle sin motivo evidente, complicando el tránsito. Acá se encuentra la tensión entre las empresas que buscan ampliar la disponibilidad del servicio y los funcionarios locales, que están cada vez más preocupados por las trabas que provocan en la circulación.
El año pasado, Cruise comenzó a comercializar los viajes en autos sin conductor en ciertas partes de San Francisco entre las 22 y las 5:30. Es la primera empresa en realizar el servicio comercial de taxi sin conductor en una gran ciudad de Estados Unidos. A fin de año, Waymo comenzó a cobrar por los viajes en el Downtown de Phoenix (Arizona) y en otras zonas continúa con pruebas gratuitas. Ambas compañías aún necesitan la aprobación regulatoria para expandir los servicios comerciales sin conductores en todo San Francisco.
Vehículos autónomos en Argentina
La Universidad de San Andrés (UdeSa), en conjunto con su laboratorio de Inteligencia Artificial y Robótica, presentó a fines de 2022 el primer vehículo autónomo de tamaño completo de América Latina. Se trata de una unidad importada desde Estados Unidos.
Según El Cronista, el vehículo fue intervenido y cuenta con un sistema de drive-by-wire que permite controlar por computadora todos los comandos del auto. Además, posee una serie de sensores integrados (lidar, cámaras, radares, GPS, computadora) que le permiten percibir el entorno y andar a través de computadoras integradas. El proyecto necesitó de una inversión de U$S 250.000 en investigación y desarrollo, que contó con el aporte de grandes empresas patrocinadoras.
¿Sin filas y sin cajeros?
Al pensar en automatización y robotización, otra industria que crece y se hace visible en California es la de los supermercados. En el caso de Amazon Go, el futuro parece estar marcado por la eliminación de los intermediarios, es decir, los humanos.
La empresa se instaló en San Francisco en 2018 y es una tienda autoservicio, sin cajas registradoras, potenciada por inteligencia artificial para que el cliente tome los productos y los retire sin tener que hacer filas. Se entra al establecimiento, se toma el alimento o producto de interés y se sale de la tienda. Las cámaras y sensores se encargan de cobrar a través de la cuenta de Amazon. El objetivo de Jeff Bezos es reducir los costes laborales al mínimo.
En Argentina, al menos tres experiencias buscan replicar el modelo en Buenos Aires y Córdoba. Cuentan con tecnologías inteligentes y equipos conformados por ingenieros en visión, programadores, diseñadores 3D, profesionales de retail y staff en las tiendas.
El impacto de la automatización en el mercado laboral
Como podemos ver con los diferentes casos relatados, la digitalización, la robótica y la inteligencia artificial están transformando el mundo del trabajo. El rol de la tecnología creció exponencialmente en todos los sectores de la economía, generando nuevas ocupaciones y cambiando las tareas que realizamos los seres humanos y las habilidades que necesitamos para abrirnos camino en el mercado laboral.
De acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se anticipa que cerca del 47% de los empleos en Estados Unidos y más del 60% para varios países de América Latina y el Caribe se encuentran en riesgo de ser automatizados.
Más allá de los efectos directos que se dan en los países que implementan nuevas tecnologías, desde el BID señalan que cuando se habla de automatización es necesario tener en cuenta los efectos indirectos que se dan en otras economías que tienen relaciones comerciales con dichos países. Al reducir la necesidad del trabajo humano y, por tanto, los costos laborales de producción, la automatización está provocando que lo que antes se producía en economías en desarrollo vuelva a producirse en países desarrollados.
El estudio, titulado “¿Cuál es el impacto de la automatización en el empleo y los salarios?” destaca los impactos heterogéneos en el empleo. Las mujeres, los adultos mayores y las personas que trabajan en firmas pequeñas son los más afectados. Se observa que los grupos históricamente más vulnerables son los que se ven más impactados por la incorporación de nuevas tecnologías en Estados Unidos. Los empleados con salarios más bajos, sin enseñanza media y del transporte serán los más expuestos a ser sustituidos por programas o máquinas.
Una nueva agenda de adaptación
El BID considera que es fundamental tener una agenda de políticas que permita identificar los sectores que se verán más afectados tanto directa como indirectamente. Igualmente, se recomienda desarrollar programas de formación en habilidades socioemocionales, digitales y técnicas, que permitan adecuar los perfiles de los trabajadores para que puedan transitar desde ocupaciones en declive hacia las que se encuentran creciendo. Por último, los gobiernos deben acompañar a los trabajadores en sus transiciones laborales, brindándoles protección contra riesgos y conectándoles a buenas oportunidades de empleo.
(*) Otra Economía es una newsletter que tiene el propósito de generar conversaciones en torno al triple impacto, la economía circular, el emprendedurismo social y las finanzas inclusivas. Aquí podés leer otras notas de la autora en +COMUNIDAD.
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