Erika nació y vivió toda su vida en Iztapalapa, el segundo municipio más poblado de México, con una población de 1.835.486 habitantes, según el Censo de Población y Vivienda realizado en 2020 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). El nombre original de la localidad era “Iztapallapan”, que viene de la lengua indígena náhuatl, y significa “el agua de las lajas”. Cuenta con una superficie de 117.5 kilómetros cuadrados, y se encuentra asentada sobre el antiguo Lago de Texcoco, en lo que hoy es la Zona Metropolitana del Valle de México.
Por las avenidas en las que hoy transitan millones de personas camino al trabajo y la universidad antes corría el agua. El Río Churubusco, por ejemplo, atravesaba la zona para unirse con el Río de la Piedad, y ambos actualmente se encuentran entubados. Erika cuenta que en Ciudad de México todos los años, en época de lluvias, se inundan las mismas avenidas que antes eran ríos. “Entonces por un lado hay zonas donde es difícil llevar agua todos los días. Y por otro, lugares que se inundan y causan problemas”, describe a +COMUNIDAD.
Este contexto impulsó a la Secretaría del Medio Ambiente (SEDEMA) de la capital mexicana a reimaginar el uso y la gestión del agua, basándose en soluciones que garanticen y mejoren el suministro de este recurso a personas que viven en ciudades con escasez hídrica. Frente a este escenario, a través de la Dirección General de Coordinación de Políticas y Cultura Ambiental, en 2019 nació el programa Cosecha de Lluvia, que promueve el acceso al agua mediante la instalación de Sistemas de Captación de Agua de Lluvia.
Ciudades que cosechan la lluvia
Una vez que se instala el sistema de captación de lluvia en cada casa, las familias reciben una capacitación e instrucciones sobre la recolección del agua y el mantenimiento del sistema, que –según se estima– tiene una durabilidad de 20 años. Azcapotzalco, Coyoacán, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco fueron los primeros municipios con mayores niveles de escasez hídrica seleccionados y beneficiados a través de esta iniciativa en 2019.
Se estima que en cada hogar, en promedio, se recolectan 10.000 litros de agua de lluvia al año, dependiendo de las precipitaciones locales anuales, el tamaño del techo de la casa y la frecuencia de uso que se le dé al Sistema de Captación de Lluvia (SCALL). Cosechar la lluvia ofrece diversos beneficios ambientales, sociales y económicos como autonomía hídrica, ahorro de energía, ahorro económico, disminución de inundaciones y el fomento de la participación activa de la sociedad en la gestión del agua.
En una ciudad en donde el suministro de agua es insuficiente ━se estima que el 32% de la población carece de ella—, aprovechar la lluvia se convirtió en una alternativa para mitigar la escasez y garantizar el derecho humano a este recurso. Según una publicación del SEDEMA, del 2019 a 2024 se invirtió 1,418 millones de pesos mexicanos (cerca de U$S 69.000) para la instalación de 62.700 Sistemas de Captación de Agua de Lluvia y capacitaciones para su mantenimiento en nueve municipios de la ciudad.
Ángela Valdes, vecina de Iztapalapa y usuaria del programa Cosecha de Lluvia desde hace tres años, comparte su experiencia en un video de SEDEMA: “Vivir la falta de agua es difícil. Nos cae dos días cada quince días; últimamente ya nos está cayendo cada ocho días, y todos los días”. Entre lágrimas, agrega: “El programa nos ha beneficiado mucho, nos facilita las tareas, aligera el esfuerzo y el tiempo de estar acarreando. Ahora podemos darnos un respiro, dedicar tiempo a nosotras mismas, a decirnos: ¿Qué te pasó? ¿Cómo está el día? ¿En qué te ayudo?”.
Este programa busca ser un aporte, especialmente, para la población femenina dado que el manejo de las actividades relacionadas con el agua les consumía un 87% de tiempo de las tareas del hogar. Esta cifra se redujo al 70% después de la instalación. Ángela comenta que el agua que cosechan es indispensable, al igual que una vecina de Coyoacán, que le comentó a +COMUNIDAD durante un recorrido en el lugar que este sistema es indispensable en su día a día: “No puedo poner en palabras cuán importante ha sido esta experiencia para mí”.
Sergio, un vecino de Xochimilco, al principio no creía que esta propuesta diera solución a un problema con el que vivió gran parte de su vida ━la falta de agua━. Ahora cuenta que, ante cada lluvia, cierra los ojos y agradece saber que ese recurso no le va a faltar. El programa Cosecha de Lluvia comenzó en 2019, con el objetivo de instalar 10.000 sistemas de captación de agua. En 2022 logró instalar 20.000, lo que convirtió a Ciudad de México en líder mundial en número de instalación de captación de agua de lluvia.
Funcionamiento del sistema de captación
La cosecha de lluvia es el proceso que permite recolectar, conducir, almacenar y tratar el agua de lluvia para su aprovechamiento (lavado de manos, ducha y regado de plantas entre otros usos), a través del mecanismo Sistema de Captación de Agua de Lluvia. Este sistema recolecta el agua que cae en los techos y la conduce por una tubería hasta un filtro de hojas. Allí, una malla metálica separa los elementos que pueden contener la lluvia, para evitar que residuos y contaminantes pasen al tanque de almacenamiento.
El tanque cuenta con un clorador flotante que dosifica el cloro, garantizando una buena calidad del agua cosechada. El agua se extrae mediante una bomba centrífuga y está lista para su uso, aunque no se recomienda para beber ni para preparar alimentos. La limpieza del sistema de captación debe ser realizada de manera regular por la persona beneficiaria, especialmente al inicio y al final de cada temporada de lluvias, para asegurar su óptimo funcionamiento y prolongar su vida útil.
Cualquier persona puede cosechar la lluvia. Para eso, el SEDEMA elaboró un Manual de Cosecha de Lluvia, también un Directorio de Empresas Certificadas para instalar Sistemas de Captación de Lluvia domiciliarias y un Directorio de Personas Certificadas. Esta iniciativa fue reconocida en 2022 por ICLEI, con el premio al Gobierno Local con la Mejor Gestión del Agua, y en 2023 por el C40 y la BBC como caso de estudio y ejemplo de resiliencia para presentarlo en la serie “Transformando Ciudades”.
Escuela de Captación de Lluvia
Con el propósito de seguir garantizando el uso y la gestión del agua, el programa Cosecha de Lluvia llegó a más de 1.800 instituciones educativas de la ciudad, a través del proyecto Escuelas de Captación, con el que se instalaron más de 2.300 SCALL. Esta iniciativa benefició a más de 1,3 millones de personas usuarias totales, considerando personal y estudiantes con una inversión de 300 millones de pesos mexicanos (unos U$S 14,8 millones).
La mayor parte de los sistemas se instalaron en escuelas de educación básica, cubriendo una amplia gama de instituciones en todo el distrito. La capacidad de captación de estos sistemas ya permitió recolectar 918 millones de litros de agua anuales. Además de la instalación de los SCALL, se llevaron a cabo actividades educativas para fomentar el cuidado del agua y el medio ambiente entre los y las estudiantes, como conversaciones de sensibilización y entrega de materiales educativos.
El proyecto promueve los derechos de la ciudadanía al acceso al agua, una vida digna, una infraestructura social adecuada mediante la instalación de sistemas de captación y la capacitación de las personas beneficiarias en su uso, limpieza y mantenimiento.
De 2019 a la fecha, según cifras oficiales, el programa Cosecha de Lluvia benefició a 230.000 personas, no sólo mejorando la disponibilidad de agua en sus hogares, sino también fomentando una cultura de sostenibilidad y conciencia ambiental entre las nuevas generaciones.
Todas las personas pueden cosechar la lluvia
Muchas experiencias y vivencias personales de Erika se orientan al tema del agua, que es uno de los temas que le apasionan desde siempre, o al menos desde que descubrió, a sus 16 años, que no era normal crecer en un lugar en donde no había agua.
“No era normal ver a mi madre todas las semanas cansada por recolectar agua, pero no lo supe hasta que tuve la oportunidad de moverme a espacios en donde para la gente no es una preocupación siquiera saber de dónde viene el agua”, reflexiona la vecina de Iztapalapa.
En la casa de los padres de Erika funciona desde hace tiempo el Sistema de Captación de Lluvia, lo cual para ella significó un antes y un después del que cosechó muchos aprendizajes. Entre ellos, destaca “volver a revisar nuestra relación con la naturaleza”. Esta usuaria además remarca: “Una de las virtudes del programa es que se institucionaliza una práctica desde el gobierno, y se impulsa demostrándonos que todas las personas, desde nuestras casas, también podemos cosechar la lluvia”.
Más allá de su capacidad técnica para recolectar y aprovechar el agua, el programa Cosecha de Lluvia propone un cambio en la dinámica en que la sociedad se relaciona con su entorno, fomentando la autonomía hídrica y buenas prácticas ambientales. Además, esta iniciativa demuestra que con acciones simples, como la recolección de agua de lluvia, se puede generar un impacto transformador en las comunidades, asegurando un acceso más equitativo al agua para todas las personas.
Por Florencia Luján
+COMUNIDAD
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Imagen principal: Gobierno de la Ciudad de México.
