La Real Academia Española define la eficiencia como la “capacidad de lograr los resultados deseados con el mínimo posible de recursos”. En el caso de las gestiones locales, el término puede ir incluso más allá y ser adoptado como una filosofía a la hora de administrar comunidades.
“Hablamos de ciudades donde los equipos de gobierno conocen muy bien la realidad local. Que trabajan para convertir los datos en información y luego en conocimiento para tomar mejores decisiones. Además tienen una visión muy clara de cuál es la ciudad que quieren ”, resume Florencia Galimberti, coordinadora del área de Ciudades Eficientes en la Red de Innovación Local (RIL).
En los hechos, estas acciones buscan hacer más simple la vida de la ciudadanía. ¿Cómo? Simplificando trámites, estableciendo hojas de ruta claras, digitalizando procesos administrativos y actuando con la mayor transparencia. En otras palabras, se trata de que una Municipalidad tienda puentes y no barreras para satisfacer las necesidades de la población.
Existen numerosas posibilidades que tienden a la eficiencia urbana. Por ejemplo, en abril de 2022 la ciudad de Córdoba (Argentina) lanzó un procedimiento que permite obtener permisos de construcción en sólo 15 minutos. Gracias a un proceso de transformación digital, el trámite ya no lleva nueve meses y puede hacerse de manera virtual
“Son ciudades que definen objetivos concretos para poder cumplirlos y evalúan periódicamente su cumplimiento para saber si se están desviando del camino. En definitiva, son aquellas que utilizan la tecnología, las metodologías y las herramientas para desplegar todo su potencial”, agrega Florencia.
Herramientas eficientes
“Hoy en día, los municipios son los primeros en recibir múltiples demandas ciudadanas y deben satisfacerlas en un contexto de escasos recursos, por lo que se vuelve cada vez más necesario incorporar metodologías que les permitan emprender iniciativas eficientes, efectivas y coherentes”, plantea un informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En ese sentido, la definición de planes de metas se presenta como una herramienta útil para definir las prioridades en los gobiernos locales y resolver los desafíos públicos. En esta nota de +Comunidad te contamos más sobre el tema y las estrategias llevadas adelante por San Fernando del Valle de Catamarca (Argentina) y otras ciudades.
Otras herramientas que sirven para evaluar la eficiencia de una gestión son los autodiagnósticos, que miden el grado de desarrollo de una estrategia integral en un tema puntual. “A través de preguntas sencillas y concisas, permite captar el grado de avance de una estrategia que impulsa el gobierno local y ayuda a armar una hoja de ruta hacia la mejora”, define Guadalupe Fernández Bajas, integrante de Ciudades Eficientes.
En junio de 2022, la ciudad de Viedma (Río Negro, Argentina) realizó un autodiagnóstico para examinar su gestión de residuos urbanos. Tras obtener uno de los puntajes más altos, el equipo de gobierno contó que las alianzas con localidades vecinas fue parte de su estrategia de éxito.
Datos y tableros
Anticipar problemas, gestionar servicios de manera más eficiente y tomar decisiones basadas en la evidencia. Estas son sólo algunas de las mútiples mes de posibilidades que ofrece el uso de datos en las gestiones urbanas. En esta nota podés conocer más sobre el tema en una entrevista con expertos como Fredi Vivas, CEO y fundador de la startup RockingData.
Uniendo datos con toma de decisiones, los tableros de gestión son otras herramientas para medir la eficiencia en un gobierno local. “Sirven para que los equipos tengan a mano, en un solo lugar, información clave sobre las acciones de gobierno y su alcance”, explica Agustina Randazzo, también de Ciudades Eficientes.
Uno de ellos es el tablero de gestión social, que permite ordenar y sistematizar las acciones sociales sobre los grupos familiares en una ciudad. Más de 10 ciudades ya utilizan el software para modernizar sus tareas diarias.
“Los cambios son contundentes. No sólo se cuenta con la información de cada beneficio, sino que también la estadística y el muestreo. Acceder y manejar información integrada de cada familia, como salud, vivienda y educación, permite pensar en mejores intervenciones y evita la superposición interinstitucional de acciones”, valora Adriana Bisso, coordinadora del área de Asistencia Directa en el municipio de San Pedro (Buenos Aires, Argentina).
¿Qué criterios de eficiencia utiliza la gestión de tu ciudad? ¿Cuáles son sus estrategias para tomar decisiones basadas en la evidencia? Podés compartir el caso en +Comunidad.