Por Agustina Randazzo,
líder de proyecto en Ciudades Eficientes, RIL
planes
En Argentina no existe un espacio institucionalizado que obligue a los niveles del Estado a generar planes de gobierno. Esto se traduce en falta de orientación estratégica, menor efectividad de las políticas públicas y, al no haber metas claras, grandes dificultades para evaluar. En ese marco, las ciudades realizan incipientes ejercicios para resolver esta falta.
En la Red de Innovación Local (RIL) relevamos 86 municipios a través del Índice de Profesionalización, que mide el grado de incorporación de procesos y metodologías de gestión en gobiernos locales. Algunas conclusiones preliminares muestran que estas ciudades cuentan con más capacidades de gestión desarrolladas en Planificación y Metodologías de Gestión; menores en Evaluación e Indicadores. El 70% tiene ejes de gestión, cerca de un 33% posee objetivos y metas medibles, y sólo el 13% cuenta con instancias de seguimiento de indicadores.
Otros ejemplos muestran esfuerzos particulares por avanzar en planes de gobierno medibles. Córdoba Capital cuenta con una ordenanza que regula la creación de un plan de metas. San Justo (Santa Fe), Mercedes (Buenos Aires), Luján de Cuyo (Mendoza), entre otras, generaron planes de gobierno. Jesús María (Córdoba) o Godoy Cruz (Mendoza) rinden cuentas sobre sus planes de gobierno utilizando indicadores, impulsados por la apertura de sesiones legislativas.
Entonces podemos ver que existe un ejercicio incipiente de creación de planes de gobierno, pero en ciudades o regiones particulares, sin lineamientos comunes ni pisos mínimos. Tampoco con posibilidad de alinearse a planes provinciales o nacionales, además de presentar fuertes falencias en la definición y rendición de metas.
¿Qué planes necesitan las ciudades?
Si entendemos que los planes de gobierno son una herramienta fundamental para el desarrollo, que aportan foco y permiten usar mejor los recursos aunando esfuerzos tras objetivos compartidos, es necesario avanzar en la institucionalización de su creación, pero no de cualquier manera.
Se debe capitalizar la cercanía y el conocimiento que los gobiernos locales tienen del territorio, así como las capacidades que han generado, más aún en un país amplio y diverso como el nuestro. Sería un fracaso instituir la obligatoriedad de planes de gobierno solo para bajadas de línea nacionales. Debemos lograr planificar y gestionar de abajo hacia arriba, asegurando articulación estatal y participación ciudadana para que en cada rincón del país se trabaje para generar desarrollo y oportunidades.
En estas notas de +Comunidad podés conocer más sobre las ciudades eficientes y los planes de metas en las gestiones locales.
Imagen principal: shiftcities.org