INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Cómo los datos mejoran las políticas públicas en las ciudades

Dos especialistas comparten sus análisis sobre el uso del Big Data para tomar decisiones en las gestiones urbanas. A pesar de los obstáculos, coinciden en que el camino ya está iniciado y que los datos intervienen en cada vez más proyectos.

Anticipar problemas, gestionar los servicios de manera más eficiente y tomar decisiones basadas en la evidencia. Estas son sólo algunas de las miles de posibilidades que ofrece el uso de datos en las gestiones urbanas. Y, con el fin de mejorar la administración pública y la calidad de vida de la población, la tendencia avanza en ciudades de todo tipo.

“Usando bien la Ciencia de Datos y la inteligencia artificial, los gobiernos pueden generar un impacto mucho más preciso mediante políticas públicas. Si vamos a los servicios urbanos, por ejemplo, con esta tecnología podemos saber dónde es más urgente que se arregle una luminaria o una calle. Incluso antes de recibir un reclamo”, grafica Fredi Vivas, CEO y fundador de la startup RockingData. 

Las aplicaciones de los datos en las ciudades son tantos como problemas tengan los gobiernos –remarca Fredi–, por lo que “la clave está en hacernos las preguntas correctas”. Entre esas aplicaciones se encuentra Data for Good (los datos para el bien), que apuntan hacia la generación de un impacto social positivo. 

Un caso testigo: en 2020, RockingData trabajó junto con un sanatorio de la Ciudad de Buenos Aires para anticipar la cantidad de casos de coronavirus que llegarían a atender durante los primeros picos de la pandemia. “Tuvimos un 98% de precisión. Esto permitió tomar mejores decisiones con información certera”, afirma Vivas. 

Proyectos de impacto

Nicolás Pérez Águila, director de Transformación Digital en la ciudad de Córdoba, sostiene que “los datos son de gran utilidad para tomar las decisiones correctas, basadas en evidencia, en entornos desafiantes y de gran volatilidad”. Entre otros beneficios, destaca la reducción de costos administrativos y la facilitación de servicios hacia la ciudadanía, “con transparencia y rendición de cuentas”. 

Por caso, en la segunda ciudad más grande de Argentina estrenaron en abril de 2022 un sistema que permite reducir la demora en los permisos de construcción a sólo 15 minutos. “Una parte importante del diseño de esta solución estuvo en la recolección de datos de profesionales que realizaban el trámite”, expuso el funcionario en aquella oportunidad.

En diálogo con +Comunidad, Fredi y Nicolás coinciden en que el uso de datos “es fundamental” a la hora de gestionar cualquier proyecto y elaborar políticas que generen impacto. “Los datos son para el siglo XXI algo similar a lo que fue el petróleo durante el siglo XX”, compara el creador de RockingData.

Fredi Vivas y Nicolás Pérez Águila.

Barreras y experiencias de fracaso

Interpretar los datos “para poder agregarle valor al funcionario o al ciudadano que quiera usarlos” es una de las mayores dificultades en la materia, remarca Pérez Águila. “Requiere entender el problema al que se están enfrentando para poder diseñar correctamente el tablero de gestión. Este diseño previo es tan importante como la extracción y el procesamiento de la información”, observa. 

 “Sabemos que no existe el fracaso en el aprendizaje”, responde al ser consultado sobre las posibles experiencias fallidas durante su rol como director de Transformación Digital en Córdoba. Y desarrolla: “En una ciudad con más de un millón de habitantes y con servicios de todo tipo hay distintas estructuras de información en organizaciones complejas, así que resultó un desafío cruzar las bases de datos”.  

También existen otras complejidades –menciona–, como encontrar perfiles y empresas especializadas en la administración de datos “que permitan hacer interoperables los servicios”. 

Para Fredi Vivas, en tanto, los gobiernos locales enfrentan dos barreras principales: una económica, vinculada al contexto de crisis, y otra de agenda. “Entre generar un área de datos que trabaje distintos proyectos y solucionar un problema urgente de la gestión en el día a día, la respuesta es casi obvia”, sopesa. 

En ese sentido, su recomendación para las intendencias que todavía no se animen a introducir la Big Data en sus gestiones es “empezar por el dolor”, es decir, “por aquel tema que genere más problemas con los vecinos y sea más difícil de resolver”.

Fuente de imagen: OECD.

El futuro de los datos

“En Argentina muchas ciudades están empezando a ver la necesidad de usar data. Buenos Aires tiene, por ejemplo, distintos proyectos interesantes en este sentido. Sin embargo, lo que suele pasar en esta etapa de adopción es que las áreas de datos aún no logran ser transversales a las decisiones de la ciudad, sino que son un área que realiza proyectos interesantes”, analiza el CEO de RockingData. 

De aquí a cinco años, Fredi ve por delante “un fuerte proceso de democratización en el acceso a soluciones de inteligencia artificial y Ciencia de Datos”, universalizando su acceso a instituciones de todos los tamaños. Por otro lado, Pérez Águila considera que “el futuro para las gestiones está en la capacidad de realizar análisis predictivo y el uso de inteligencia artificial para tener gobiernos proactivos y no reactivos”. 

Ambos especialistas coinciden en que las ciudades deben estar preparadas para emprender el proceso. ¿Tu gobierno local ya emprendió este camino? No dejes de compartirlo con +Comunidad.

Imagen principal: SmartCity.
Redacción +Comunidad.