Por Hernán Contreras, coordinador
de Ciudades Digitales en RIL
Para los gobiernos locales, contar con un EDI representa un paso fundamental para garantizar la protección, confidencialidad y trazabilidad en el intercambio de datos, vinculando procesos y servicios digitales entre sistemas informáticos. La creciente digitalización plantea un desafío: cómo equilibrar la ciberseguridad con la disponibilidad de datos. La respuesta tradicional ha sido optar por sistemas cerrados, pero esto termina por desaprovechar la oportunidad de colaborar y compartir datos desde fuentes auténticas.
Cuando esto sucede, aparece el concepto de “silos de datos”, que se refiere a la fragmentación de información, donde cada área gestiona sus propios datos de forma aislada, sin conexión con otros sistemas. Estos silos no sólo limitan la capacidad de colaboración, sino que también afectan la gobernanza de datos, al impedir una visión unificada y estratégica de la información. Como consecuencia, se complejizan tanto la gestión interna como los requisitos de los trámites.
Que un municipio sea miembro de un EDI contribuye a mejorar la experiencia de su ciudadanía de manera inmediata y sostenible. La meta principal consiste en lograr que todo aquel organismo que sea fuente auténtica de algún dato sea capaz de proveerlo, bajo su control, ejerciendo su soberanía, al resto de los organismos que legalmente lo requieran. Esto promueve sistemas de gestión eficientes, con información correcta, completa, vigente y segura, evitando duplicación de datos, fotocopias y filas.
Casos de éxito en interoperabilidad
El modelo Estonia con su componente X-Road®, se ha convertido en el estándar de facto para la solución del distanciamiento digital que padecen los sistemas. La plataforma de intercambio de datos X-Road® (*) es de código abierto y fue declarada “Bien Público Digital” (DPG por sus siglas en inglés) en 2022 por la ONU.
Por citar un ejemplo, la ciudad de Tallin (capital de Estonia) cuenta con un índice de interoperabilidad del 97% entre los sistemas de las organizaciones públicas y privadas, en tiempo real. Esto significa que solo el 3% de los datos son tipeados por personas. Aunque estas primeras iniciativas surgieron en los países nórdicos (Estonia y Finlandia) hoy son más de 20 los países que utilizan este modelo descentralizado de interoperabilidad.
En Argentina, la provincia de Neuquén marcó un precedente en 2010 al adaptar el modelo de Estonia a nuestra cultura. Su ecosistema facilita un intercambio seguro de datos entre organismos provinciales y municipales. Desde ese momento, otras seis jurisdicciones han creado su EDI basados en esta plataforma, ellas son: Chaco, Catamarca, CABA, Mendoza, Santiago del Estero y Río Negro.
Tallin, Estonia. Fuente: Kaupo Kalda – Visit Estonia.
Cómo están las ciudades de la región
De acuerdo al Autodiagnóstico de Transformación Digital elaborado por la Red de Innovación Local (RIL) en conjunto con especialistas, y realizado en más de 120 ciudades de toda la Argentina, la mitad de los municipios argentinos no lleva adelante acciones de interoperabilidad con organismos provinciales o nacionales, y sólo el 58% ha desarrollado APIs (Interfaces de programación de aplicaciones) para la integración entre sistemas de las diferentes áreas municipales, pero sin la seguridad que provee un EDI a través de sus algoritmos criptográficos.
Esto representa un enorme desafío para avanzar en la integración de datos y abordar la problemática del “ciudadano como cadete del estado” o “peregrino”. Esto que denominamos peregrinaje puede ser físico o digital: el físico comprende el traslado del solicitante de una dependencia a otra, o de una ventanilla a otra, para pedirle a un área un documento, y entregarlo en otra área. Y el digital, descargar o solicitar una documentación, y subirla en otro formulario. Es decir, información o documentación que el propio gobierno posee pero que no tiene la capacidad de compartir de un área a la otra.
Dos casos de éxito incipientes: EDI’s provinciales y EDI’s municipales
La municipalidad de Luján de Cuyo es miembro del EDI-MDZ desplegado por el gobierno provincial de Mendoza, y ya interopera tanto entre sus propios sistemas como con los de nivel provincial.
Hoy las provincias argentinas que cuentan con un EDI se están federando para garantizar que sus miembros puedan compartir datos (si lo necesitaran) sin restricciones, par a par, independientemente de a cuál de las provincias pertenezcan.
Por otra parte, en jurisdicciones donde no existe un ecosistema provincial, se lo está supliendo a través de un proyecto conjunto de RIL y la empresa ThinkNet, experta en interoperabilidad y pionera de la replicación del modelo Estonia en Argentina, denominado EDI-RIL. Esta plataforma le permite a cualquier municipio experimentar los beneficios de la interoperabilidad, sumarse como miembro y comenzar y crecer en el intercambio seguro de información entre sistemas.
Arquitectura del EDI-RIL.
La ciudad de Escobar en la Provincia de Buenos Aires es la que dio el primer paso en este camino hacia la interoperabilidad, y se espera que en el corto plazo muchas otras ciudades comiencen a abordar esta problemática, en beneficio del intercambio seguro de datos, y de la reducción de requisitos para su ciudadanía.
Si querés obtener información sobre hacer partícipe a tu ciudad en este proyecto, escribinos a ciudadesdigitales@redinnovacionlocal.org
(*) X-Road fue desarrollado originalmente por el Departamento Estatal de Sistemas de Información de Estonia y su primera versión fue lanzada en 2001. El software está publicado bajo licencia MIT y se encuentra disponible gratuitamente para particulares y organizaciones.
Imagen principal ilustrativa: promoción del Modelo X-Road, de Estonia. Fuente: Thompson & Stein.