Después de dedicarse al cuidado de la casa, ser cocinera y trabajar en una hacienda, a sus 33 años Maira decidió incursionar en el sector turístico de su provincia. Ella es una mujer indígena kichwa oriunda de Napo, en Ecuador, y comenzó como mesera en un alojamiento ecológico. Gracias a sus habilidades, pronto ascendió como chef principal.
Sin embargo, ese trabajo no era compatible con el cuidado del hogar y la crianza de sus hijos, por lo que tuvo que renunciar y buscar la forma de abrirse camino en el sector. Actualmente Maira dirige un emprendimiento comunitario de experiencias gastronómicas, en el que gana menos pero tiene más tiempo para dedicar a su familia.
Esta historia, reseñada en el blog del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), es una muestra de una realidad presente en el mercado turístico ecuatoriano: las mujeres trabajan más, pero ganan menos y suelen ocupar puestos poco cualificados. Se trata de un hallazgo que proviene de una investigación realizada por el BID y la Universidad del Rosario (2022-2023), que además identifica oportunidades para reducir la desigualdad laboral. Entre ellas se destaca el proyecto Turismo Violeta, una apuesta para promover un turismo igualitario.
Turismo Violeta: qué es y qué propone
Turismo Violeta es una propuesta técnica del BID, que busca priorizar las necesidades de las mujeres en el turismo, tanto en su rol de trabajadoras como de emprendedoras. Pero también aspira a reconocerlas en su faceta de viajeras, para visibilizar y apoyar el turismo con enfoque de género, y proyectarse así, como una política pública en el país.
Este proyecto propone avanzar en cuatro ejes: 1) diseño y operación de productos turísticos inclusivos; 2) fortalecer las organizaciones para implementar procesos administrativos y estratégicos; 3) mejorar las cadenas de valor en el segmento compras y proveeduría; y 4) promover la demanda de viajeros interesados en este nicho.
En ese camino el Ministerio de Turismo de Ecuador firmó en 2023 el Pacto Violeta, un compromiso entre el sector público, privado y la academia para promover el proyecto. Esto significa impulsar las actividades que fomenten, promuevan y consoliden el turismo con enfoque de género, apoyando el desarrollo económico local en comunidades del país.
Brecha de género en el sector turístico ecuatoriano
Para la elaboración del informe del BID y la Universidad del Rosario, se encuestaron a 100 establecimientos afines al sector turístico del país. Según esta publicación, realizada por Diana Bocarejo Suescun y Mateo Vásquez, “las mujeres ocupan un 41,2% de los cargos polifuncionales (mantenimiento, limpieza y servicio al cliente) versus el 28,4% de los hombres .
El documento destaca que en estos roles, la presencia de mujeres es de un 10,6% y la de hombres un 2,6%, y que esta segregación se relaciona con desigualdades salariales. Respecto a este tema, el salario promedio de las mujeres es US$ 80 menor que el de los hombres, debido a los cargos que ocupan (13,4% ocupan cargos de administrador).
Estos son algunos datos que dan cuenta del panorama en dicho ámbito, y por el cual cobran importancia iniciativas que buscan revertir la situación como Turismo Violeta. Es necesario remarcar que, frente a este escenario, algunos nichos tienen un mayor potencial de revertir las tendencias de desigualdad de género y promover la inclusión.
Las primeras experiencias de Turismo Violeta en Ecuador
En las provincias de Santa Elena y Napo, el proyecto comenzó en 2023 con varias actividades, que contaron con la participación de operadores turísticos de Guayaquil y Quito. Todos ellos viajaron a conocer la oferta que se está trabajando en los cantones Manglar Alto y Tena, con los Centros de Turismo Comunitario de Dos Mangas y Sinchi Warmi.
Con el Centro de Turismo Comunitario y la Operadora de Turismo Vielimar realizaron la “Feria Artesanal y Turística Dos Mangas, tu destino”, en la provincia de Santa Elena. Expusieron artesanías elaboradas con tagua, bambú, barro y paja toquilla con demostración del proceso, desde la limpieza de la materia prima hasta la elaboración.
Actualmente esta comuna ofrece recorridos guiados en tres haciendas para conocer de cerca atracciones típicas de la zona: la flora, fauna y procesamiento del cacao. También realiza paseos hacia cascadas y piscinas naturales, gastronomía, procesamiento de la paja toquilla y elaboración de artesanías, entre otras actividades.
En Napo hicieron una visita al Centro de Turismo Comunitario Sinchi Warmi, ubicado en la parroquia Misahuallí del cantón Tena, donde se explicó la historia de la organización. Después iniciaron un recorrido por el sendero ecológico Sacha Ñamby, donde conocieron las trampas ancestrales de cacería y la forma de vida de los Kichwa.
También visitaron una chacra para ver los cultivos y cosecha de los productos de la zona, para posteriormente preparar su propio plato típico para la hora del almuerzo. Además se conoció el proceso de elaboración del chocolate artesanal, vaporización con plantas medicinales, entre otras experiencias ancestrales cotidianas en la localidad.
En la provincia de Chimborazo, la comunidad de La Moya ofrecieron experiencias que buscan el contacto estrecho con los y las habitantes para conocer su vida cotidiana. Actividades que van desde la agricultura y prácticas indígenas, a ceremonias de curación andina con hierbas medicinales, e incluso sesiones con una tejedora local.
“Estamos desarrollando un modelo de turismo más justo y sostenible, donde las mujeres puedan ser protagonistas tanto en su rol de trabajadoras como emprendedoras”, reflexiona Santiago Granda, subsecretario de Promoción del Ministerio de Turismo de Ecuador, acerca del primer año de desarrollo de iniciativas locales de Turismo Violeta.
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Imagen principal: mujer indígena en Lago Agrio, Nueva Loja, Ecuador. Fuente: Unsplash.