Por Victoria Müller Terán, Líder de Ciudades de Oportunidades: Primera Infancia.
Según la octava ronda de la encuesta de la Situación de la Niñez y adolescencia de UNICEF en Argentina, en 2023 el 58,5% de los niños, niñas y adolescentes vivía en condiciones de pobreza, y el 18,9% en condiciones de extrema pobreza. En abril de 2024, el 48% de los hogares no tenía ingresos suficientes para cubrir los gastos diarios, y en el 15% de los hogares con niños y niñas, alguna persona adulta perdió su empleo en la primera mitad del año.
Esta disminución en el ingreso afecta al acceso a bienes básicos, notándose una reducción de un 23% en la compra de medicamentos, y un 32% en los controles médicos y odontológicos. Además, de forma preocupante, un 52% redujo la compra de alimentos claves para un crecimiento sano y aumentó el consumo de fideos, harina y pan.
Las primeras infancias, de 0 a 5 años, se ven afectadas en gran medida por la situación actual en los hogares ya que los primeros años son claves para el desarrollo físico, cognitivo y emocional. Si queremos transformar la realidad presente debemos conocerla con la mayor precisión posible, identificar cuáles son los problemas que sufren y conocer la tendencia de mejora o empeoramiento a lo largo del tiempo. Es aquí que el rol de las ciudades es fundamental para mitigar el impacto y generar políticas públicas integrales para las primeras infancias.
El rol de las ciudades
Las ciudades están en la primera línea: conocen a la ciudadanía, sus necesidades, las escuchan y responden. Son quienes tienen mayor cercanía con las primeras infancias y sus familias, y deben trabajar para garantizar el pleno desarrollo de estas.
Durante el 2023, la Red de Innovación Local (RIL) y la Fundación Navarro Viola hicieron un relevamiento de 46 ciudades de la provincia de Buenos Aires. En este se detectó que el 70% no cuenta con área específica de la primera infancia. Y también que el 90% de ellas no cuenta con un plan integral de primera infancia con objetivos claros y medibles. Esto lleva directamente al diseño de acciones aisladas que se disuelven con el tiempo, resultan menos eficaces y no permiten que las primeras infancias reciban una intervención holística. Además, compromete el acceso a servicios esenciales como salud, educación, y nutrición, así como el desarrollo sostenible y equitativo de los municipios.
Es fundamental visualizar a la primera infancia como un eje transversal en las políticas públicas. No solo compete a salud, educación y desarrollo social; otras áreas también deben contribuir a promover sus derechos, como género, movilidad, hábitat y vivienda, espacio público, entre otras. Las niñas y los niños pequeños necesitan recibir, desde el principio de su curso de vida, un cuidado cariñoso y sensible a sus necesidades. Los gobiernos locales tienen la responsabilidad de gestionar los recursos de sus ciudades para abordar esta etapa de manera eficiente, cubriendo las demandas necesarias para que esta población y su entorno se desarrollen según los estándares establecidos.
Una “ciudad de oportunidades” es una ciudad que comprende que la primera infancia es una etapa crucial del ciclo de vida, y que abordarla es necesaria para el desarrollo de cada persona y de la ciudad. Proporciona acceso a servicios de salud de calidad, educación temprana, espacios seguros y estimulantes, protege los derechos y escucha a su ciudadanía. Comprende también que es necesario generar redes entre las distintas áreas de la ciudad, así como con los distintos actores sociales que trabajan con el mismo objetivo.
El rol fundamental de los equipos técnicos que planifican las acciones para el desarrollo de las primeras infancias radica en diseñar e implementar políticas públicas de forma colaborativa e interdisciplinarias con el foco en el curso de vida y en la promoción de derechos. Esto permitirá que puedan crecer y desarrollarse de forma plena, contribuyendo a la disminución de riesgos y prevención de problemáticas de mayor magnitud en los años siguientes.
¿Qué están haciendo las ciudades de Argentina por las primeras infancias?
Hay casos como el de Jesús María, en Córdoba, que han diseñado un plan director ‘’Mis Primeros 18 años’’. Este guía las políticas y acciones de la Municipalidad con el objetivo de igualar oportunidades y promover el desarrollo integral de niños y niñas. De forma integral y transversal, buscan garantizar el acceso a oportunidades educativas, sanitarias, culturales y deportivas para todos los niños, niñas y jóvenes de la ciudad.
Cuentan con tres centros de Cuidado Y Desarrollo Infantil, en los cuales realizan valoraciones del desarrollo motriz, cognitivo y del habla de las infancias a través de juegos y actividades lúdicas. En caso de detectar alguna alerta se interviene de forma inmediata y, en paralelo a estas acciones de prevención, trabajan junto a las familias para brindar herramientas para la estimulación y desarrollo de las infancias.
Comodoro Rivadavia, en Chubut, por su parte, es un excelente ejemplo del uso de datos para el análisis de situación y desarrollo de políticas públicas que busquen transformar esa realidad. El programa ‘’Creciendo Juntos’’ nace luego de altos índices de mortalidad infantil entre el 2000 y 2003, y es una alianza entre el tercer sector, el sector privado y el público.
En este programa, que ha sido replicado con éxito en otras ciudades del país, se realizan capacitaciones de asuntos perinatales al equipo médico. También promoción de la lactancia materna, capacitación a todos los equipos de neonatología, perinatología, obstetricia e infectología. Promoción de los controles médicos y difusión de campañas sobre los cuidados claves durante el embarazo, durante el parto y post parto.
En cuanto al fortalecimiento de los valores nutricionales de las infancias, se destaca el programa TITAN. Un Programa Integral de Seguridad Alimentaria y Bienestar para niños y niñas de 0 a 3 años de Tandil (Buenos Aires). El camino de una persona que ingresa al programa inicia con la incorporación de la madre al programa provincial Más Vida. Ahí reciben prestaciones alimenticias junto al kit de recién nacido. Además, se realiza un seguimiento de los controles médicos. Reciben la Tarjeta Única de acompañamiento social con el programa alimentario. Y el recién nacido es incorporado al programa Materno Infantil que establece la provisión de leche de 0 a 2 años.
Llamado a la acción
Para poder acompañar y promover el desarrollo de las primeras infancias es fundamental que desde la ciudad se le dé prioridad a esta temática. El rol de los municipios es claro. Para garantizar la eficiencia es necesario capacitarse constantemente. Adjudicar un presupuesto al tema, contar con equipos fortalecidos, articular entre las diversas áreas y con otros actores. Y por supuesto, contar con un plan integral de primera infancia. Pero no debemos olvidarnos de relevar, registrar y utilizar los datos; los datos hablan y nos cuentan cómo está la realidad actual. Los datos nos invitan a frenar y pensar: ¿qué podemos hacer para transformar la realidad de la primera infancia en la ciudad?
Imagen de portada: UNICEF.